Shifting Currents: una historia de la natación mundial
Un artículo de Jane Messer (*), desde The Conversation
Uno de los objetivos de mi vida es nadar en tantos lagos, ríos, piscinas y océanos como me sea posible, para usar mi libertad y mis habilidades de natación tan libremente como pueda. Me encanta la sensación de estar en un gran y fresco cuerpo de agua, su suave, vasta o profunda flotabilidad.
Nadé en una laguna de agua dulce cerca de Acapulco en México, y el guía nos aseguró que ese día no había cocodrilos en el agua. He nadado en una concurrida piscina cubierta de Londres, llena de ruidosos nadadores, y en la única piscina para mujeres de Australia. He nadado en el lago Weisser See en las afueras de Berlín, el mismo lago en el que nadaba mi abuela antes de huir de Alemania. En la playa Alma/al-Manshiyah de Jaffa, en Tel Aviv, miré desde el mar hasta el minarete de la mezquita Mahmoudiya.