Benito Mussolini internó a 2.000 presos en la Fortaleza de la Isla de Mamula
Esa es la enfurecida pregunta que están haciendo los familiares de los que fueron encarcelados en un fuerte marino en el mar Adriático, cuando el gobierno aprobó un proyecto que podría transformar el histórico sitio en Montenegro en un complejo de lujo de gama alta.
La Fortaleza de la Isla de Mamula fue construida en 1853 por el general austro-húngaro Lazar Mamula como parte de los planes de contingencia de su ejército para prevenir que las naves enemigas entrasen en la bahía de Boka. Durante la Segunda Guerra Mundial el líder fascista italiano Benito Mussolini convirtió el fuerte Mamula en un campo de concentración. Alrededor de 2.000 presos se internaron allí, de los cuales 80 fueron ejecutados y otros 50 o más murieron de hambre por las duras y sombrías condiciones del campo de concentración.
A pesar del oscuro pasado del lugar, el Parlamento de Montenegro aprobó un proyecto de la empresa suiza-egipcia Orascom que convertirá la fortaleza actualmente abandonada en un centro turístico con restaurantes, spa y centros nocturnos.
La decisión tiene indignados a los parientes de los ex presos.
Olivera Doklestic, cuyo abuelo, padre y tío fueron encarcelados en la Fortaleza de la Isla de Mamula, dijo que "Construir en este lugar un hotel de lujo dedicado al entretenimiento donde tantas personas murieron y sufrieron es un claro ejemplo de la falta de seriedad hacia la historia". Añadió que la fortaleza debe ser renovada y abierta a los visitantes como un lugar histórico, no como un hotel.
"Ningún campo de concentración en el mundo se ha transformado en un hotel", dijo.
El gobierno de Montenegro defendió su decisión diciendo que el proyecto impulsará la economía local. "Estábamos frente a dos opciones: dejar al sitio caer en la ruina o encontrar inversores que estuviesen dispuestos a restaurarlo y hacerlo accesible a los visitantes", dijo Olivera Brajovic, jefe de la dirección nacional para el desarrollo turístico de Montenegro.
Los desarrolladores emitieron un comunicado diciendo que "el proyecto va a ser comprensivo con la arquitectura local y preservará completamente el valor histórico de la isla". La empresa también se comprometió a construir una sala en memoria de las víctimas, pero aquellos en contra dijeron que preferirían ver conservada la historia de la isla.