El equipo de verano perfecto para tus pesadillas marinas distópicas
Mira esa monstruosidad de traje de arriba. ¿Fue diseñado por una morsa irradiada? ¿Un Cthulhu hipocondríaco? ¿Los creadores de una próxima secuela de Fallout con temática pantanosa?
A pesar de su estética futurista, esta alarmante pieza de ropa es en realidad un equipo de submarinismo del siglo XVI (*) ideado por nada menos que Leonardo da Vinci. Aunque no hay registro de que en realidad construyó uno para sí mismo, da Vinci consideraba el traje tan poderoso que se negó a divulgar los detalles por temor a que la tecnología pudiera ser objeto de abuso por la "mala naturaleza de los hombres".
Cuando hablamos de invenciones premonitorias de Da Vinci, a menudo nos centramos en las de altos vuelos - su soñador, literalmente imperturbable, ornitóptero en forma de pájaro, o su "tornillo aéreo", que ha derivado en el helicóptero moderno.
Pero la imaginación del gran pensador también se sumergió profundo. Aunque no está exactamente claro cuándo ideó da Vinci su traje de buceo, la evidencia sugiere que lo imaginó como una tecnología militar, potencialmente destinada a ayudar a la República de Venecia a vencer a la mucho más fuerte armada otomana. A principios del siglo XVI gran parte de la costa mediterránea era un torbellino, envuelta en una serie de disputas fronterizas internacionales que la mantuvo en erupción en guerra total.
Da Vinci, luego de casi cincuenta años, había estado viviendo y trabajando felizmente en Milán durante 17 años, pero después de que invasores franceses comenzaran a utilizar una estatua de su antiguo protector para prácticas de tiro, huyó a Venecia. Allí, se encontró aún más conflicto - la ciudad flotante había sido atacada repetidamente por el Imperio Otomano, que había logrado derrotar a toda la flota naval veneciana tomando muchos prisioneros en el proceso.
Da Vinci se inspiró en la geografía de su nuevo hogar y pasó largos días divagando por las costas, tomando nota de sus propiedades - las mareas del agua, sus movimientos y el poder de sus olas. Sin embargo, fue igualmente inspirado por la situación política y se esforzó por aplicar estas observaciones para la causa que nos ocupa. "Venecia tenía necesidad en aquel momento de servicios tales como los que solo Leonardo podría ofrecer", escribe Edward McCurdy en The Mind of Leonardo da Vinci (La Mente de Leonardo da Vinci). "El problema que se planteó fue cómo, en el futuro, evitaría este tipo de incursiones".
Para ello se dirigió, como de costumbre, a sus cuadernos. Allí, escondido dentro de decenas de miles de páginas de los logros de su vida, están varios dibujos de diferentes aparatos de buceo, anotados con su firma de "escritura en espejo", como si todavía se reflejará en un lago. Los planos más completos muestran un traje de cuero y mascarilla con gafas, y un odre inflable para permitir el hundimiento y flotamiento. Dos tubos de respiración huecos, hechos de caña y reforzados con anillos de acero, salen de la boca del buceador hasta la superficie del agua, algunas reproducciones les muestran unidos a un disco flotante, mientras que en otras se ve que llevan a una bolsa de aire atrapada por una campana de buceo. Hay incluso una bolsa de orina especial para el buceador, asegurando que pueda permanecer allí sin importar si la naturaleza llama (ver los detalles en la imagen de más arriba).
Algunos historiadores piensan que este traje era parte de un elaborado plan para atacar a los barcos otomanos desde abajo, con el fin de hundirlos o liberar prisioneros. Otros, incluyendo McCurdy, dicen que lo más probable es que fuese de fecha anterior, de la época de Da Vinci en Milán, en cuyo caso pudo haber tenido en su lugar la intención de un ataque a Venecia. (En aquellos tiempos se forjaban tumultuosas alianzas).
Pero, independientemente del objetivo previsto, no hay duda de que da Vinci consideraba la tecnología demasiado peligrosa para describirla por completo por miedo a que cayese en las manos equivocadas. "No describo mi método de permanecer bajo el agua durante un tiempo tanto como el tiempo que puedo permanecer sin comida", escribió en otra parte de sus cuadernos. "Esto no lo publico o lo facilito a causa de la naturaleza maligna de los hombres que practicarían asesinatos en el fondo de los mares, rompiendo los barcos en sus partes más bajas y hundiéndolos junto con las tripulaciones que se encuentran en ellos".
En nuestros días, los trajes de buceo se utilizan generalmente para fines benignos, como estudiar la vida marina o buscar tesoros sumergidos. Pero si el diseño de Da Vinci hubiera tenido éxito podríamos estar viendo un paisaje submarino muy diferente. Después de todo, si vieses a alguien paseando por el fondo del mar llevando esa cosa, a que huirías ¿verdad?
(*) Mientras que el traje del siglo XVI no incluye un suministro portátil de gas comprimido - el requisito técnico para un equipo de submarinismo contemporáneo - estaba muy cerca de aparecer una campana de buceo! Ver: La extraña y maravillosa historia de los trajes de buceo, desde 1715 a la actualidad
