Año de Darwin. Aniversario del viaje del Beagle

HMS Beagle en el puerto de Sydney, 1838

El segundo viaje del Beagle, con Charles Darwin a bordo, duró casi cinco años

mapa con el recorrido del viaje del Beagle

Un 27 de Diciembre como hoy, pero de 1831 (hace 178 años), el Beagle, después de haber sido rechazado por dos veces por fuertes vientos del suroeste, comenzó en Plymouth su segunda travesía. Una importante diferencia que tuvo con respecto a la primera es que esta vez contaba entre su tripulación con un joven de 22 años, el cual cambiaría la visión que la humanidad tiene de la naturaleza gracias a las experiencias y observaciones que pudo reunir en este viaje de casi cinco años (zarpando de la bahía de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 y arribando a Falmouth el 2 de octubre de 1836).

Fue el capitán del Beagle, Robert FitzRoy, y su mentor Francis Beaufort quienes invitaron, a través de su amigo común John Henslow, a este joven naturalista para actuar como acompañante del capitán y, de paso, participar como miembro de la expedición encargado de realizar los apuntes científicos.

Tal como Fitzroy le había propuesto, el joven Darwin dedicó la mayor parte de su tiempo a investigaciones geológicas en tierra firme y a recopilar ejemplares, mientras el Beagle realizaba su misión científica para medir corrientes oceánicas y cartografiando la costa. Darwin tomó notas escrupulosamente durante todo el viaje, y enviaba regularmente sus hallazgos a Cambridge, junto con una larga correspondencia para su familia que se convertiría posteriormente en el diario de su viaje.

Diodon maculatus, dibujo Darwin diario Beagle

Tenía nociones de geología, entomología y disección de invertebrados marinos —aunque se sabía inexperto en otras disciplinas científicas-, de modo que reunió hábilmente gran número de especímenes para que los especialistas en la materia pudieran llevar a cabo una evaluación exhaustiva. A pesar de sufrir frecuentes mareos —que ya había acusado la primera vez que embarcó su equipaje a bordo— la mayoría de sus notas zoológicas versa sobre invertebrados marinos, comenzando por una notable colección de plancton que reunió en una temporada con viento en calma.

En su primera escala, en Santiago de Cabo Verde, Darwin descubrió que uno de los estratos blanquecinos elevados en la roca volcánica contenían restos de conchas. Como Fitzroy le había prestado poco antes la obra de Charles Lyell Principios de Geología, que establecía los principios uniformistas según los cuales el relieve se formaba mediante surgimientos o hundimientos a lo largo de inmensos periodos de tiempo, Darwin comprendió ese fenómeno desde el punto de vista de Lyell, e incluso se planteó escribir en el futuro una obra sobre geología.

En Brasil, Darwin quedó fascinado por el bosque tropical, pero aborreció el espectáculo de la esclavitud. En Punta Alta y Barrancas de Monte Hermoso, cerca de Bahía Blanca, Argentina, realizó un hallazgo de primer orden al localizar en una colina fósiles de enormes mamíferos extintos junto a restos modernos de bivalvos, extintos más recientemente de manera natural. Identificó al poco conocido megaterio, cuyo pesado caparazón óseo le pareció en un principio una gigantesca versión del armadillo local. Estos hallazgos despertaron un enorme interés a su regreso a Inglaterra. Cabalgando con los gauchos del interior se dedicó a observar la geología y extraer más fósiles, adquiriendo, al mismo tiempo, una perspectiva de los problemas sociales, políticos y antropológicos tanto de los nativos como de los criollos en el momento anterior a la revolución de los Restauradores.

dibujo del HMS Beagle por Conrad Martens

Contempló con asombro la diversidad de la fauna y la flora en función de los distintos lugares. Así, pudo comprender que la separación geográfica y las distintas condiciones de vida eran la causa de que las poblaciones variaran independientemente unas de otras. Continuando su viaje hacia el sur, observó llanuras aplanadas llenas de guijarros en las que cúmulos de restos de conchas formaban pequeñas elevaciones. Como estaba leyendo la segunda obra de Lyell, asumió que se trataba de los "centros de creación" de especies que éste describía, aunque por primera vez comenzó a cuestionar los conceptos de lento desgaste y extinción de especies defendidos por Lyell.

En Tierra del fuego se produjo el retorno de tres nativos Yagán que habían sido embarcados durante la primera expedición del Beagle, con objeto de recibir una educación que les permitiera actuar de misioneros ante sus semejantes. Darwin los encontró amables y civilizados, aunque los otros nativos le parecieron "salvajes miserables y degradados", tan distintos de los que iban a bordo como lo pudieran ser los animales salvajes de los domésticos, si bien, para Darwin, esa distinción estribaba en cuestiones culturales y no raciales. Al contrario que sus colegas científicos, empezó a sospechar que no existía una diferencia insalvable entre los animales y las personas. Al cabo de un año, la misión había sido abandonada. Uno de los fueguinos retornados, a quien le habían dado el nombre cristiano de Jemmy Button, vivía con los demás nativos, se había casado y manifestó no tener ningún deseo de volver a Inglaterra.

Diario del Beagle 1925, figura   HMS Beagle

En Chile, Darwin fue testigo de un terremoto, observando indicios de un levantamiento del terreno, entre los que se encontraban acumulaciones de valvas de mejillones por encima de la línea de la marea alta. Sin embargo, también encontró restos de conchas en las alturas de los Andes, así como árboles fosilizados que habían crecido a pie de playa, lo que le llevó a pensar que según subían niveles de tierra, las islas oceánicas se iban hundiendo, formándose así los atolones de arrecifes de coral.

Poco después, en las Islas Galápagos, geológicamente jóvenes, Darwin se dedicó a buscar indicios de un antiguo "centro de creación", y encontró variedades de pinzones que estaban emparentadas con la variedad continental, pero que variaban de isla a isla. También recibió informes de que los caparazones de tortugas variaban ligeramente entre unas islas y otras, permitiendo así su identificación.

En Australia, la rata marsupial y el ornitorrinco le parecieron tan extraños que Darwin pensó que era como si "dos creadores" hubiesen obrado a la vez. Encontró a los aborígenes australianos "bienhumorados y agradables", y notó su decadencia por la proliferación de asentamientos europeos.

HMS Beagle, 1832 - sección longitudinal     planos del Beagle, sección

El HMS Beagle también investigó la formación de los atolones de las Islas Cocos, con resultados que respaldaban las teorías de Darwin. Por aquel entonces, Fitzroy —que redactaba la "narración oficial" de la expedición— leyó los diarios de Darwin y le pidió permiso para incorporarlos a su crónica. El diario de Darwin fue entonces reescrito como un tercer volumen dedicado a la historia natural. En Ciudad del Cabo, una de las últimas escalas de su vuelta al mundo, Darwin y Fitzroy conocieron a John Herschel, quien había escrito recientemente a Lyell alabando su teoría uniformista por plantear una especulación sobre "ese misterio de misterios: la sustitución de especies extintas por otras" como "un proceso natural en oposición a uno milagroso". Ordenando sus notas rumbo hacia Plymouth, Darwin escribía que de probarse sus crecientes sospechas sobre los pinzones, las tortugas y el zorro de las islas Malvinas, "estos hechos desbaratan la teoría de la estabilidad de las especies" (más tarde, reescribió prudentemente "podrían desbaratar"). Posteriormente reconoció que en aquel momento, los hechos observados le hacían pensar que "arrojaban alguna luz sobre el origen de las especies.

Exposición en el Museo do Mar en Vigo: Darwin. Navegando no Beagle

Para celebrar el 150 aniversario de la publicación, el 24 de noviembre de 1859 en Londres, del volumen "El origen de las especies" -la obra que cambió el paradigma científico de la biología y, de paso, revolucionó el pensamiento moral, filosófico y religioso- el Museo do Mar  inauguró el pasado noviembre una muestra que recrea la expedición del Beagle, el auténtico principio de la aventura. Con la asesoría documental de la Biblioteca de la Universidad de Cambridge y del Museo Naval Británico, "Darwin. Navegando no Beagle" cuenta con elementos multimedia y más de 70 piezas relacionadas con aquel periplo y con el contexto histórico e investigador de la época.

Exposición Vigo. Darwin. Navegando do Beagle

"Por defender la teoría de la evolución en Inglaterra rodaban cabezas y en España se quemaba a la gente", recuerda el director del Museo do Mar, el biólogo Pablo Carrera, también comisario de la exposición. "Darwin, que era predicador, se adentró en el conocimiento de las ciencias naturales en cumplimiento de la máxima que identificaba la obra de Dios, la creación, con la naturaleza". En el tramo final del recorrido, después de rastrear los antecedentes de las tesis de Darwin así como sus principales continuadores y su influencia en la astrofísica moderna, la muestra remata intencionadamente con una maqueta de la sonda espacial Beagle II, un proyecto de la Agencia Espacial Europea destinado a la búsqueda de signos de vida en Marte. "Varían las dimensiones, pero el proceso del conocimiento sigue siendo el mismo; la próxima conquista del saber científico vendrá del espacio", reflexiona Carrera.

A la vista están piezas de anticuario, facsímiles y objetos cedidos por el Instituto Español de Oceanografía, la Universidade de Vigo, el Museo Massó y el Museo de Historia Natural Luis Iglesias de la Universidade de Santiago de Compostela, de cuya Facultad de Geografía e Historia procede un instrumento de medición que perteneció al autor del primer mapa moderno de Galicia, el geógrafo Domingo Fontán. Para aportar mayor verosimilitud al relato expositivo, las reproducciones de los huesos de mamíferos que Darwin se trajo de la Patagonia se presentan envueltas en estopa, dentro de cajas de madera, tal y como debieron de haber sido transportadas en el Beagle.

maqueta Beagle, Museo do Mar, Vigo

El olor de la tela sorprende a los visitantes, pero no tanto como la visión en directo del trabajo del carpintero que construye la copia del barco de Darwin en la misma sala de la exposición, muy cerca de donde se ha reproducido, con fidelidad histórica, el camarote del científico, en el que incluso comparece un herbario auténtico encima de su mesa de trabajo. Hasta que remate por completo el navío, de nueve metros de eslora, Francisco Fra Rico viajará todos los fines de semana a Vigo desde San Cibrao (Cervo) donde su familia fundó un astillero de ribera hace siete generaciones.

Su empresa ganó el concurso y hace meses se puso manos a la obra; con maderas de roble, castaño e iroco, igual que el original. Tiene hasta la clausura de la muestra, el 26 de marzo 2010, para acabarlo. Le quedan voladuras, acabados y velas, aunque ya tiene lista una figura, un cachorro beagle, rastreador en inglés, que coronará el mascarón de proa. La recreación del mítico bergantín es otra de las particularidades de la muestra ya que el buque se terminará de construir en el propio museo, a la vista del público.

"Para el alzado del mismo se utilizaron los planos de la embarcación original y se están siguiendo las técnicas de construcción naval, no las de una simple maqueta artística, por lo que podría recorrer si problema los mares, eso sí, si hubiese hombres a esa escala para tripularlo, como bromeó Fra. El mascarón de proa que dio nombre a la nave es un perro de la raza beagle, que será el último elemento que colocará, aunque el artesano Fra, aseguró que «si lo botaran ya, se podría navegar en él»."

Vídeo: Exposición Navegando no Beagle - Darwin. Museo do Mar de Galicia

Pequeño resumen sobre el Beagle:

mapas Darwin en Beagle, Museo do Mar, Vigo

El 11 de mayo de 1820 el Beagle fue fletado de los muelles de Woolwich en el río Támesis. Como no había una necesidad inmediata del navío permaneció en reserva durante 5 años. El 27 de septiembre de 1825 se realizaron unas reparaciones reduciendo su número de cañones de 10 a 6 y elevando su cubierta. Estos cambios fueron realizados para ganar espacio. El 22 de mayo de 1826 el Beagle, zarpando desde Plymouth, partió por primera vez, integrando la primera expedición hidrográfica británica hacia América del Sur (1826-1830), comandada por el capitán Philip Parker King (1791-1856), al mismo tiempo comandante del HMS Adventure, en misión de exploración de las costas de la Patagonia y Tierra del Fuego. El Beagle estaba a las órdenes del capitán Robert FitzRoy. Robert FitzRoy fue puesto al mando del Beagle temporalmente. El barco y su tripulación volvieron a Plymouth en Inglaterra el 14 de octubre de 1830.

Robert FitzRoy fue reasignado como comandante del Beagle y, esta vez, jefe de la segunda expedición hidrográfica (1831-1836), complementaria de la primera, partiendo el 27 de diciembre de 1831, después de haber sido retrasado el zarpe en varias ocasiones. En él viajaba Charles Darwin como naturalista de la expedición y Augustus Earle como primer oficial dibujante.

El Beagle regresó en 1836.

Timothy Ferris, en su libro "La aventura del universo" dice sobre el viaje de Darwin en el Beagle: "Observó, absorbió todo y reunió tantas muestras de plantas y animales que sus compañeros del barco se preguntaban en voz alta si se había propuesto hundir al Beagle"

Documental de la BBC Charles Darwin y el árbol de la Vida

Charles Darwin y el árbol de la Vida es un documental acerca de Charles Darwin y su teoría revolucionaria de la evolución mediante seleccion natural, producida por la BBC para conmemorar el bicentenario del nacimiento del naturalista inglés. El presentador, David Attenborough, describe el desarrollo de la teoria de Darwin a través de sus observaciones de animales y plantas en la naturaleza y en cautividad, visitando los sitios más importantes en la propia vida de Darwin, incluida la Down House, la Universidad de Cambridge y el Museo de Historia Natural y utilizando imágenes de archivo de los muchos documentales sobre naturaleza realizados por Attenborough para la BBC. Se examina el desarrollo de la teoría desde sus comienzos, y su impacto revolucionario en la forma en que los seres humanos se ven a sí mismos: no teniendo dominio sobre los animales como dice la Biblia, sino como parte del mundo natural y sujetos a las mismas fuerzas que rigen todas las formas de vida en la Tierra. La de arriba es un resumen de la primera de las seis partes de que consta el documental.

Enlaces:

The Beagle Projet (blog)
Charles Darwin's Beagle Diary
Darwin Online
Pecio del Beagle
Darwin's connection to Burnham-on-Crouch
A Naturalist's Voyage Round the World

El cuadro de la imagen del Beagle de la cabecera es de Ron Scobie

Etiquetas: BeagleDarwinEvoluciónEspecies

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