Una tecnología llamada lubricación por aire ofrece una forma de hacer que los grandes barcos sean más eficientes
El agua no es tan lubricante como piensas, dice Noah Silberschmidt, fundador y director ejecutivo de Silverstream Technologies, con sede en Reino Unido. Durante más de un siglo, gigantescas embarcaciones de acero han estado surcando los océanos, generando una fricción aparentemente inevitable, y sorprendentemente costosa, entre el barco y el mar. Pero esta fricción se puede reducir de una innovadora manera, dice Silberschmidt, con la ayuda de millones de pequeñas burbujas, cada una de solo un milímetro de ancho.