Los investigadores usan los secretos más fuertes de la naturaleza para construir biomateriales aún más fuertes
Aquellos que han tratado de arrancar un mejillón de cualquier cosa, desde la madera hasta la roca, saben lo obstinados que son los moluscos submarinos, y su pegajoso secreto ha cautivado a los científicos durante mucho tiempo.
Durante años, los investigadores han intentado replicar en el laboratorio el extraordinario adhesivo y sus propiedades, enfocándose en algunas de las ocho proteínas que secretan los mejillones y usan para recubrir un órgano llamado pie que los mejillones usan para adherirse a las superficies.