Las instalaciones se basan en la diferencia de temperatura, de al menos 20 grados, entre la superficie y el fondo de los océanos
El calor de los océanos podría abastecer de energía a todo el mundo, producir agua dulce y alimentos o combatir el cambio climático
Utilizar el océano como un gigantesco colector de energía solar térmica es el objetivo del sistema denominado "Conversión de la Energía Termal del Océano" (OTEC). Sus defensores aseguran que podría cubrir las necesidades energéticas de todo el mundo y ofrecer otras aplicaciones. El calor oceánico podría utilizarse para sistemas de aire acondicionado, desarrollar granjas agrícolas y piscifactorías, producir agua dulce desalada, extraer minerales o luchar contra el cambio climático. A pesar de su potencial, las instalaciones de OTEC se mueven a nivel experimental o en fase de proyecto. Pero los costos crecientes de los combustibles fósiles y el interés por las energías ecológicas han revivido hoy en día su interés.El sistema de OTEC pretende aprovechar el calor oceánico como una fuente energética ecológica. Sus defensores aseguran que es constante y permanente, a diferencia de otras energías renovables, como la eólica o la fotovoltaica. Pero no vale cualquier zona: estas instalaciones se basan en la diferencia de temperatura, de al menos 20 grados, entre la superficie y el fondo de los océanos. Estas condiciones se producen en las áreas costeras tropicales. La eficiencia de este sistema es muy baja: se estima entre un 1% y un 7% como máximo.