Ingeniería e innovación

Hidrógeno de agua de mar

El óxido de grafeno reducido (GO), es un andamiaje poroso, tridimensional y conductor de electricidad

En su investigación sobre la ingeniería del tejido óseo, la Dra. Marta Cerruti ha trabajado durante años con grafeno, una hoja única de átomos de carbono con propiedades increíbles: conductividad eléctrica y la capacidad de soportar un peso tremendo. Ahora, su búsqueda por mejorar sus cualidades ha abierto la puerta a una posible solución a uno de los retos de producir hidrógeno a partir de agua de mar.

turbina flotante CRVT

Tendrían hasta 400 m de altura, con una capacidad de 40 MW

World Wide Wind de Noruega tiene una visión radicalmente diferente de la energía eólica marina. Estas turbinas eólicas flotantes de eje vertical (VAWT, por sus siglas en inglés) cuentan con dos juegos de palas, sintonizadas para girar en sentido contrario, y prometen más del doble de la producción de las turbinas más grandes de la actualidad.

hoja artificial flotante en el río Cam

Inspiradas en la fotosíntesis, podrían operar a gran escala en el mar

Los investigadores, de la Universidad de Cambridge, diseñaron dispositivos ultradelgados y flexibles que se inspiran en la fotosíntesis, el proceso por el cual las plantas convierten la luz solar en alimento. Dado que los dispositivos autónomos de bajo costo son lo suficientemente livianos como para flotar, podrían usarse para generar una alternativa sostenible a la gasolina sin ocupar espacio en tierra.

nieve submarina

Europa es un mundo rocoso del tamaño de la luna de la Tierra

Debajo de la gruesa corteza helada de Europa hay un enorme océano global donde la nieve flota hacia arriba sobre picos de hielo invertidos y barrancos sumergidos. Se sabe que la extraña nieve submarina ocurre debajo de las plataformas de hielo en la Tierra, pero un nuevo estudio muestra que lo mismo probablemente sea cierto para la luna de Júpiter, donde puede desempeñar un papel en la construcción de su capa de hielo.

Seguimiento de la basura plástica

Se desplegaron prototipos de boyas rastreables en las aguas de Indonesia

Cada 60 segundos ingresa al océano global el equivalente a un camión cargado de plástico. ¿Dónde termina? En este momento, los investigadores simplemente no lo saben.

Pero en un intento por ayudar a averiguarlo, un proyecto dirigido por la Agencia Espacial Europea (ESA) desarrolló transmisores flotantes cuyo paso se puede rastrear a lo largo del tiempo, ayudando a su vez a guiar un sofisticado modelo de software de acumulación de basura plástica marina.

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