Permite reducir el consumo de combustible en un 20 por ciento
Inspirándose en el kitesurf, las empresas francesas quieren implementar la misma tecnología eólica para impulsar todo, desde yates hasta buques de carga, con el fin de reducir la enorme huella de carbono de la industria naviera.
El sector está bajo una nueva presión para reducir su dependencia de los combustibles fósiles, ya que la Organización Marítima Internacional selló un acuerdo el viernes que eleva sus objetivos de reducción de emisiones.
En la bahía de Arcachon, en el suroeste de Francia, la startup Beyond The Sea probó una cometa inflable azul del tamaño de un pequeño despacho para tirar de un catamarán especialmente diseñado para moverse a través del agua.
"¿Estás listo para trasluchar?", dijo el fundador de la compañía, Yves Parlier, usando la jerga del kitesurf para hablar con este equipo de ingenieros que manejan la cometa de 25 metros cuadrados (270 pies cuadrados).
En el kitesurf, los riders usan sus manos para controlar la cometa. Pero en el catamarán SeaKite de Parlier, se utiliza un sistema de tracción automatizado para la cometa, con cabrestantes e inteligencia artificial que adapta la posición de la vela a las condiciones del viento.
Vídeo: Beyond the Sea realiza ensayos a bordo del catamarán Le SeaKite
El objetivo es diseñar cometas mucho más grandes que algún día podrían remolcar yates, arrastreros e incluso portacontenedores.
"Es un sistema de tracción fenomenal que permite reducir el consumo de combustible en un 20 por ciento en promedio", dijo Parlier, ex ganador de regatas de navegación transatlántica.
El potencial es enorme dado que hay cerca de 100.000 barcos mercantes surcando los océanos y 4,6 millones de arrastreros de pesca en el mundo.
La asociación Wind Ship, que se creó en 2019 en Francia con el objetivo de ecologizar el sector marítimo, dice que el mercado podría tener un valor de cuatro mil millones de euros para 2030 con alrededor de 1.400 embarcaciones equipadas con este tipo de cometas.
Imagen: La startup Beyond The Sea prueba una cometa inflable azul del tamaño de un pequeño despacho para tirar de un catamarán especialmente diseñado para moverse a través del agua
Cero neto para 2050
En marzo del próximo año, Beyond The Sea llevará a cabo pruebas similares utilizando sus cometas especialmente diseñadas en las aguas de Noruega y Japón y en el Mediterráneo.
Espera duplicar el tamaño de sus cometas cada año, alcanzando los 800 metros cuadrados en cuatro años, dijo el director ejecutivo de la empresa, Marc Thienpont.
La industria del transporte marítimo tiene que encontrar alternativas a los combustibles fósiles, y la OMI estableció el viernes un objetivo de emisiones netas cero para "cerca de 2050", con objetivos de reducción progresiva de al menos un 20 por ciento para 2020 y al menos un 70 por ciento para 2040 en comparación con niveles de 2008.
Si bien el objetivo anterior era una reducción del 50 por ciento para mediados de siglo, los activistas climáticos dijeron que la decisión no fue lo suficientemente lejos como para ayudar en la batalla contra el calentamiento global.
Airseas, otra compañía francesa en la que el gigante europeo de la aviación Airbus tiene una participación del 11 por ciento, está probando una cometa de 500 metros cuadrados, casi el doble del tamaño de dos canchas de tenis, que espera duplicar para barcos más grandes.
La compañía, con sede en la ciudad occidental de Nantes, equipó a fines del año pasado un granelero perteneciente a la firma japonesa K. Line, su principal cliente, que ha realizado cinco pedidos confirmados para su Seawing.
También ha equipado un equipo de transporte de barcos de carga y descarga para aviones A320 entre el puerto francés de Saint-Nazaire y el puerto de Mobile en el estado de Alabama, en el sur de EE. UU., donde Airbus tiene una fábrica.
Imagen: El objetivo es diseñar cometas mucho más grandes que algún día podrían remolcar yates, arrastreros e incluso portacontenedores.
Soluciones alternativas
Otra solución alternativa ha surgido con la firma francesa Chantiers de l'Atlantique, cuya Solid Sail diseñada para transatlánticos se compone de paneles acoplados a una vela rígida que se puede inclinar para permitir que los barcos pasen por debajo de los puentes.
También hay velas semirrígidas fabricadas por Ayro y utilizadas en el carguero Canopee de 121 metros de eslora para transportar elementos del lanzador Ariane 6 desde Europa a la Guayana Francesa.
Mientras tanto, algunas nuevas compañías navieras francesas están utilizando embarcaciones que solo aprovechan la energía eólica, como Zephyr et Boree, Windcoop, Neoline ou Towt.
"En Francia, existe un nivel de madurez operativa que permite la comercialización" de cometas y velas adaptadas, dijo Lise Detrimont de Wind Ship.
Pero si el sector tiene viento en popa, su atractivo se ve afectado por un precio del barril de fuel oil pesado actualmente en su punto más bajo.
"El transporte marítimo no ahorrará emisiones hasta que entre en vigor la normativa medioambiental", explica Detrimont.
El lobby del combustible libre de carbono también es un freno, dijo, señalando que su costo era "cinco a siete veces" más alto que el fuel oil convencional y abogando por su uso híbrido junto con la navegación.
El sector está en conversaciones con el gobierno francés para reconocer el viento como combustible. Detrimont dijo que con esto en la mano, se crearían más de 30.000 puestos de trabajo en 2030.
