
La superficie de un lago o de un río es una parte icónica del mundo natural, ahora una versión mecánica tiene su propio tipo de belleza.
Para su instalación "submarina", el artista David Bowen ha mapeado en tiempo real los patrones de las olas poniendo un Kinect de Microsoft encima del agua y capturando la superficie del agua como un plano.
Esa información fue enviada a cientos de servo-motores que controlaban la red anterior. El resultado, que se mostró el mes pasado en Interieur 2012 en Bélgica, es un techo ondulante que captura la sensación de estar bajo el agua mientras miras para arriba.
El trabajo de Bowen a menudo se centra en la falta de conexión entre la naturaleza y las máquinas, pero él dice que lo está integrando cada vez más: "a lo mejor ese contraste no es necesariamente tan en blanco y negro como podemos percibir".