Traje de camuflaje tendría capacidad de mezclarse en una variedad de ambientes
La piel artificial que imita a la de calamares y pulpos podría algún día conducir a trajes de camuflaje electrónicos, dicen los investigadores.
Los pulpos, calamares y sepias son cefalópodos, criaturas del mar que pueden cambiar rápidamente el color de su piel para esconderse o para comunicarse con los demás. Los animales logran esto con densas redes de células conocidas como cromatóforos, que contienen sacos de pigmento y se incrustan en la piel de las criaturas. Los músculos alrededor de los cromatóforos pueden hacer que se expandan estas células pigmentarias, convirtiéndolas más oscuras o, al contrario, haciendo que se hagan más claras; esta estrategia permite a los animales generar dinámicos patrones complejos de color.
Ahora, los científico de materiales Aaron Fishman en la Universidad de Bristol en Inglaterra y sus colegas han desarrollado un sistema que imita el funcionamiento de la piel del cefalópodo. Una aplicación podría ser el camuflaje de acción rápida, para "un traje de camuflaje que tiene capacidad de mezclarse en una variedad de ambientes", dijo Fishman.
Para crear la piel artificial de cefalópodo, los investigadores hicieron a mano materiales blandos y elásticos en "músculos" que podrían cambiar rápidamente en tamaño y forma en respuesta a señales eléctricas. Luego, los investigadores incorporaron matrices de manchas de tinte en los "materiales inteligentes" que llevan a cabo estos músculos. Cuando los músculos cambian el tamaño y la forma, las manchas de tinte responden de manera apropiada, ya sea expandiéndose o contrayéndose para cambiar el color de la piel.
"Hemos sido capaces de imitar el patrón visto en cromatóforos biológicos", dijo Fishman. Por ejemplo, los investigadores fueron capaces de imitar la pantalla "pasa la nube" de la jibia gigante australiana, la especie de sepia salón más grande conocida; este patrón implica bandas de color azul verdoso que viajan como ondas a través de la piel de los animales, lo que distrae y desvía a los depredadores.
Anteriormente, otro equipo de investigación creó su propia versión de la piel artificial del cefalópodo. Ese dispositivo consistía en láminas flexibles de sensores de luz y de tinte sensibles a la temperatura que podrían detectar automáticamente y adaptarse al color de los alrededores. El nuevo dispositivo es diferente en que sus células quer cambian de color son activadas por electricidad y no calor, lo que significa que estas células podrían reaccionar más rápidamente y de una manera más controlada, dijo Fishman.
Además de las aplicaciones de camuflaje, Fishman y sus colegas sugirieron que esta piel artificial de cefalópodo podría ser utilizada para trajes llamativos. "Patrones complejos y dinámicos se destacan en los momentos de peligro en, por ejemplo, una operación de búsqueda y rescate", dijo Fishman.
Los científicos detallaron sus hallazgos en línea el 10 de junio en la revista Interface.
Artículo científico: Biomimetic chromatophores for camouflage and soft active surfaces