Almacenar de manera confiable muestras de tejido para descongelarlas en el futuro es "uno de los sueños definitivos"
La idea de congelar criogénicamente a una persona para preservar su cuerpo hasta muchos años en el futuro ha sido durante mucho tiempo un elemento básico de las historias de ciencia ficción. Sin embargo, la necesidad de almacenar de forma fiable materiales biológicos como células o tejidos es una preocupación común para la investigación científica y, cada vez más, también para la sociedad.
Ya sea en las oscuras y sofocantes profundidades del mar o en las hirvientes y burbujeantes piscinas termales, la vida encuentra la manera de llamarlo hogar. Por lo tanto, no es de extrañar que los peces que viven en las gélidas aguas del Ártico y la Antártida puedan servir de inspiración para una nueva generación de moléculas crioprotectoras.