Los científicos pueden modelar y observar las enfermedades en los cuerpos transparentes de los embriones y los juveniles de pez cebra
Para una criatura que mide menos de una y media pulgadas de largo, el pez cebra (Danio rerio) es importante en la investigación biomédica.
El pez cebra es un buen lugar de investigación para su compañero vertebrado, el humano, porque los dos tienen muchas partes en común: cerebro, corazón, hígado, riñones. Y la secuenciación del genoma ha demostrado que el 84 por ciento de los genes que causan la enfermedad en los seres humanos también se encuentran en el pez cebra.
Desde que el biólogo Ben Hogan de la Universidad de Queensland comenzó a estudiar el pez cebra en 2001, su uso en laboratorios se ha disparado, dice. Una de las ventajas del pez es, literalmente, clara. Debido a que los embriones son transparentes y se desarrollan fuera del cuerpo de la madre, los científicos pueden manipular genes para modelar enfermedades humanas y observar directamente los cambios de la enfermedad en animales vivos- algo que no es posible en otro usual animal de laboratorio, el ratón.
Aunque los peces cebra maduros están rayados, los juveniles son lo suficientemente transparentes para que los científicos puedan estudiar los sistemas vasculares y otros mediante la introducción de la fluorescencia. En el cerebro Hogan ha encontrado inesperadas "células limpiadoras" que eliminan la basura. Si estas células se producen en seres humanos y pudieran ser controladas, podrían ser útiles contra la demencia y el accidente cerebrovascular, dice.
Ejecutar experimentos repetidos requiere un montón de sujetos de prueba, y el pez cebra los tiene. En la naturaleza, el amanecer provoca el apareamiento; en el laboratorio de Hogan, es estimulado cuando enciende las luces y levanta el divisor del tanque entre los sexos. Despertada por la danza de apareamiento del macho, la hembra engendra hasta 300 huevos, que el macho fertiliza liberando esperma en el agua. La cría semanal asegura el suministro de embriones.
Hasta el momento los estudios de pez cebra han dado ideas sobre el cáncer, la diabetes, las enfermedades musculares y más. Elizabeth Burke, investigadora de los Institutos Nacionales de Salud, predice que "estos pequeños nadadores a rayas tienen en el futuro un gran potencial para avanzar en la investigación médica".