También tenían más probabilidades de quedar embarazadas
Un nuevo estudio parece respaldar la antigua creencia sobre los productos del mar y el sexo. "La mayor ingesta de mariscos masculinos y femeninos se asoció con una mayor frecuencia de relaciones sexuales y fecundidad", escriben los investigadores.
Los científicos estudiaron durante un año a 500 parejas en Michigan y Texas, pidiéndolas que registraran cada vez que comían cangrejo, pescado y mariscos, y también cada vez que tenían relaciones sexuales. En particular, en los días en que ambos miembros de la pareja comían mariscos, las parejas tenían un 39% más de probabilidades de tener relaciones sexuales que en otros días.
Además, los hombres que comieron más mariscos durante el año anterior al estudio tendían a tener relaciones sexuales con más frecuencia que los hombres que comían menos, pero para las mujeres no hubo diferencias significativas.
Los investigadores también descubrieron que las parejas que comían más mariscos tenían más probabilidades de quedar embarazadas, pero no solo porque tenían más relaciones sexuales.
"Si bien un aumento en la actividad sexual podría ser un mecanismo conductual que vincule la ingesta de mariscos a una mayor fecundidad, no es el único mecanismo", dijo la autora principal del estudio, Audrey Gaskins, investigadora de nutrición en Harvard T.H. Chan School of Public Health en Boston.
Aunque esto no fue abordado directamente en el estudio, los investigadores sospechan que es el marisco lo que está haciendo funcionar la magia.
"Postulamos que la asociación observada entre los mariscos y la fecundidad independientemente de la actividad sexual podría ser impulsada por mejoras en la calidad del semen, la función del ciclo menstrual (por ejemplo, aumentar la probabilidad de ovulación y los niveles de progesterona) y la calidad embrionaria, ya que estudios previos han observado estos beneficios con una mayor ingesta de ácidos grasos (omega-3) de mariscos, dijo Gaskins a Reuters.
Los investigadores también mencionaron que no había un factor obvio que influyera en el consumo de mariscos. La gente parecía consumir cantidades similares independientemente de los ingresos, educación, ejercicio o peso corporal.
Aún así, Gaskins advierte que el estudio no fue un experimento controlado diseñado para demostrar cómo afectan los mariscos a la fecundidad o a la actividad sexual, y no está claro qué otros efectos secundarios tienen los mariscos en el cuerpo, especialmente con respecto a preocupaciones como la exposición al mercurio. Además, dado que había relativamente pocos participantes, y todos provenían de un área geográfica relativamente pequeña, los hallazgos podrían no ser adecuados para un grupo más grande de personas.
La mayoría de las pautas recomiendan al menos dos porciones a la semana de pescado azul, pero no para una mejor actividad sexual. Estas especies suelen contener muchos omega-3, que están relacionados con un menor riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Artículo científico: Seafood Intake, Sexual Activity, and Time to Pregnancy