Querían comprobar si estaba infectado de brucelosis
Aparentemente por primera vez en el mundo, unos veterinarios han realizado con éxito una punción lumbar en un delfín vivo.
Ese delfín, que se sometió al procedimiento en SeaWorld San Antonio, se llama Rimmy. La hembra es un delfín nariz de botella, de unos 3 o 4 años de edad, que fue rescatada del Parque Estatal Sea Rim de Texas, en el Golfo de México, donde fue encontrada enferma y varada en 2017.
Al tratar de diagnosticar la causa del varamiento de Rimmy, los veterinarios vieron que el delfín estaba plagado de enfermedades, como neumonía y "parásitos nasales", dijo a ABC News el Dr. Hendrik Nollens, vicepresidente de los servicios veterinarios de SeaWorld.
Rimmy pasó los siguientes 14 meses en un centro de rehabilitación especial para mamíferos marinos varados, donde investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) decidieron que era demasiado frágil y dependiente de los humanos para regresar a la naturaleza.
Sin embargo, antes de que Rimmy pudiera encontrar un nuevo hogar entre otros delfines en cautiverio, tenía que someterse a una prueba para detectar una bacteria animal infecciosa llamada Brucella, que puede provocar varios síntomas, incluida la pérdida reproductiva. Cuando una de las varias pruebas dio positivo, los cuidadores de Rimmy decidieron que tenían que estar 100% seguros antes de decidir el destino del delfín. Si ella tuviera Brucella, tal vez nunca podría interactuar con otros delfines, dijo Nollens.
Los veterinarios decidieron que Rimmy necesitaba una punción lumbar, comúnmente conocida como punción espinal. El procedimiento se utiliza para recoger el líquido cefalorraquídeo, con el fin de diagnosticar enfermedades del sistema nervioso central.
Para mantener a Rimmy perfectamente inmóvil para su punción espinal, los veterinarios la anestesiaron. Cuando Rimmy estaba inconsciente, los veterinarios insertaron en el delfín una larga y delgada aguja y recolectaron una muestra de líquido espinal para analizarla.
Buenas noticias: los resultados mostraron que Rimmy estaba "limpia y libre" de cualquier bacteria, y que nada le impedía vivir el próximo capítulo de su vida entre otros delfines.