El megalodon podía elevar la temperatura de su cuerpo alrededor de 7 grados Celsius
La temperatura corporal de uno de los depredadores más poderosos que jamás haya acechado los océanos de la Tierra puede haber contribuido a su desaparición.
Un nuevo análisis de los dientes dejados por el megalodon (Otodus megalodon) muestra que el extinto tiburón gigante era al menos parcialmente de sangre caliente, como lo son algunos tiburones en la actualidad.