Puede disparar sangre hasta a 1,5 metros de su cara y se infla para acobardar a los depredadores
Los lagartos de cuernos cortos (short-horned lizards en inglés, Phrynosoma hernandesi) tienen una forma achatada y rechoncha y un hocico corto, lo que los hace parecer más anfibios que reptiles, de ahí el apodo de "sapos cornudos".
Pero estos lagartos son más famosos por su inusual mecanismo de defensa: cuando se sienten amenazados, expulsan un chorro de sangre de sus ojos hasta una distancia de 1,5 metros (5 pies).