Los seres humanos son inquisitivos e innovadores, con un talento indiscutible para la resolución de problemas. Por lo tanto, cuando leemos acerca de cómo están amenazados los osos polares por el derretimiento del hielo marino, es natural que nos preguntemos: ¿pueden aprender a adaptarse a la vida en tierra? Después de todo, siete de las ocho especies de osos del mundo son terrestres.
Por primera vez en 22 años ha aparecido en aguas irlandesas un calamar gigante. El ejemplar de 5,8 metros fue capturado recientemente por pescadores de arrastre en la costa suroeste del país.
El calamar (género Architeuthis) fue atrapado como captura secundaria durante un lance de arrastre a unos 120 kilómetros de la costa de Dingle. El avistamiento es sólo el sexto de su tipo en Irlanda y, curiosamente, también el primer individuo registrado encontrado en esta área.
Cubiertos con pequeños ganchos para sujetar artilugios de camuflaje, estos cangrejos decoradores son las prima donnas de las charcas de marea.
Hay todo tipo de maravillosas tácticas en la bolsa de trucos de camuflaje de la Madre Naturaleza, desde arañas asumiendo aparentar serpientes a transformaciones de pulpos en variadas formas. Pero en realidad es posible que ninguno sea tan encantador como el talento del cangrejo decorador.
Por lo que podemos decir, el jurel gigante, Caranx ignobilis (también conocido como el pez rey gigante, trevally humilde, trevally barrera, ulua, o GT) no ataca a los seres humanos, que es una buena cosa porque este frenesí de alimentación es un espectáculo de contemplar.
Algunos depredadores han evolucionado resistencia a la tetrodotoxina
Gracias a la sorpresa de la tetrodotoxina en sus hígados y otros órganos, la mayoría de los peces de la familia Tetraodontidae, más comúnmente conocida como peces globo, son extremadamente venenosos.
Llevar conchas a todos los lados puede parecer un comportamiento extraño, pero el pulpo del coco (Amphioctopus marginatus) lo hace por una buena razón.
Un vídeo tomado durante una inmersión en el estrecho de Lembeh, Indonesia, muestra a un agresivo pulpo del coco recorriendo el fondo del océano con conchas de bivalvos que utiliza para su protección, columpiándose amenazadoramente ante la persona que sostiene la cámara.
Desde que se materializó por primera vez hace cinco años, un lobo solitario en un pequeño archipiélago del Mar de Salish frente a la costa canadiense se ha convertido en una celebridad. Los Songhees, un pueblo de las Primeras Naciones cuyas tierras componen el núcleo del litoral canino de la costa, lo han nombrado por su palabra de lobo: Staqeya.
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