Un tiburón de pesadilla que engulle a las víctimas con sus evolucionados dientes
Abajo, en las profundidades, son difíciles de encontrar compañeros, por lo tanto el rape macho muerde a la hembra para sujetarse a su cuerpo, viviendo el resto de su fastidiosa vida como una gónada. Ver en la oscuridad es casi imposible, incluso con los enormes ojos de, digamos, el calamar gigante. Y realmente nunca se sabe cuándo tendrás tu próxima comida, por lo que harías bien en tener una boca descomunal para recoger al instante lo que aparezca.