Los ojos y la boca generan un vórtice de flujo hacia adelante y hacia atrás, aumentando la presión negativa en el frente del animal
Con sus cuerpos comprimidos y aletas pectorales flexibles, las mantarrayas evolucionaron para estar entre los nadadores más eficientes de la naturaleza. Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo sobre el papel que juegan sus sobresalientes ojos y boca, que uno podría esperar que sean desventajas hidrodinámicas.
En una nueva investigación, investigadores chinos y surcoreanos detallan cómo tales características en mantarrayas simuladas afectan una variedad de fuerzas involucradas en la propulsión, como la presión y la vorticidad. A pesar de lo que podría esperarse, el grupo encontró que estas características sobresalientes ayudaban a optimizar aún más las rayas.