Conocidos como marcas de viruela, son depresiones en forma de cono en el fondo marino
Los científicos han desentrañado el misterio detrás de millones de pozos oceánicos con forma de cráteres, conocidos como marcas de viruela, esparcidos por el fondo del océano en todo el mundo, particularmente en el Mar del Norte.
Se creía que estas formaciones eran el resultado de descargas de fluidos como metano o agua subterránea. Los pozos oceánicos ahora se han relacionado con el comportamiento de vertebrados marinos como marsopas y anguilas.
Sorprendente conexión
El estudio fue dirigido por el Dr. Jens Schneider von Deimling de la Universidad de Kiel en colaboración con investigadores de varias otras instituciones.
El equipo identificó una sorprendente conexión entre estos pozos oceánicos y los patrones de caza de las marsopas (Phocoena phocoena).
"Nuestros resultados muestran por primera vez que estas depresiones ocurren en relación directa con el hábitat y el comportamiento de las marsopas y las anguilas de arena o lanzones (nombre común que se utiliza para un número considerable de especies de peces. Si bien no son verdaderas anguilas, su apariencia es parecida a la de una anguila y pueden crecer hasta 30 cm (12 pulgadas) de largo) y no se forman por fluidos ascendentes", dijo el Dr. von Deimling.
"Nuestros datos de alta resolución proporcionan una nueva interpretación de la formación de decenas de miles de pozos en el fondo marino del Mar del Norte".
Imagen: El modelo de pozos de marsopa esboza esquemáticamente la evolución de depresiones similares a cráteres a través de procesos biológicos y oceanográficos. Los pozos de alimentación iniciales sirven como núcleo para la limpieza y eventualmente se convierten en pozos más grandes.
Estudiando los pozos oceánicos
El equipo de investigación, formado por expertos del Instituto Alfred Wegener y de la Universidad de Medicina Veterinaria de Hannover, examinó minuciosamente el fondo del Mar del Norte cerca de Heligoland.
En el ámbito médico, las marcas de viruela son bien conocidas como cicatrices profundas en la piel y obviamente son de naturaleza biogénica. En geociencias, las marcas de viruela se denominan depresiones en forma de cono en el fondo marino.
"Tradicionalmente se cree que las marcas geológicas son el resultado de la ventilación de fluidos (es decir, gas o líquido) con agentes erosivos que emergen de debajo del lecho marino", escribieron los investigadores.
Los datos de alta resolución no sólo proporcionan una nueva interpretación de la formación de decenas de miles de pozos en el fondo del Mar del Norte, sino que también sugieren que los mecanismos subyacentes podrían ser un fenómeno global que se ha pasado por alto hasta ahora.
Fueron observados por primera vez en la década de 1970 dentro de sedimentos clásticos frente a la costa de Nueva Escocia, Canadá. Ahora, unas cinco décadas después de su descubrimiento inicial, ha quedado claro que las marcas de viruela se encuentran entre las características morfológicas más extendidas en los océanos.
Imagen: Las mediciones repetidas en el área de estudio resaltan el desarrollo de pozos en el fondo marino en un hábitat de anguilas de arena entre mayo y noviembre de 2021.
Pozos oceánicos y el papel de las anguilas de arena
La Dra. Anita Gilles, del Instituto TiHo para la Investigación de la Vida Silvestre Terrestre y Acuática, destacó la importancia de las anguilas de arena en este contexto. Al ser una fuente de alimento crucial para la población de marsopas del Mar del Norte, las anguilas contribuyen sin darse cuenta a la creación de pozos oceánicos.
"A partir de los análisis del contenido estomacal de las marsopas varadas, sabemos que las anguilas de arena son una importante fuente de alimento para la población del Mar del Norte", afirma la Dra. Gilles.
Las marsopas, mientras cazan anguilas enterradas en sedimentos poco profundos, dejan pozos. Aunque estas depresiones parecen marcas de viruela, son mucho menos profundas.
La detección y el análisis de estas depresiones del fondo marino han sido posibles gracias a una avanzada tecnología de ecosonda multihaz.
"El mecanismo de formación de estos pozos, como los llamamos, probablemente también explica la existencia de numerosas depresiones similares a cráteres en el fondo marino de todo el mundo, que han sido malinterpretadas como resultado de fugas de gas metano", afirma el Dr. von Deimling.
Implicaciones del estudio
Sólo en el Mar del Norte, los investigadores identificaron 42.458 de estos pozos poco profundos y de forma única. Este descubrimiento contradice la creencia anterior de que las depresiones fueron causadas principalmente por fluidos ascendentes.
"Nuestros resultados tienen implicaciones de gran alcance desde una perspectiva geológica y biológica. Pueden ayudar a evaluar los riesgos ecológicos asociados con la expansión de las energías renovables en el sector marino y así mejorar la protección del medio marino", afirmó el Dr. von Deimling.
El estudio se publica en la revista Communications Earth & Environment: Millions of seafloor pits, not pockmarks, induced by vertebrates in the North Sea