Los investigadores creen que las aves pueden escuchar huracanes y tsunamis
Esperan aprovechar su sentido del infrasonido para desarrollar un sistema de alerta temprana basado en aves
Hace cinco años, el oficial de la marina francesa Jérôme Chardon estaba escuchando un programa de radio sobre el extraordinario viaje de la aguja colipinta (Limosa lapponica), un ave que migra 14.000 kilómetros entre Nueva Zelanda y Alaska.
En su trabajo como coordinador de operaciones de rescate en el sudeste asiático y la Polinesia Francesa, Chardon comprendió mejor que la mayoría lo traicionero que sería el viaje, ya que feroces tormentas con frecuencia perturban las comunidades de las islas del Pacífico. Sin embargo, de alguna manera, las agujas colipintas pasan rutinariamente ilesas por el área.