La barnacla cariblanca anida en lo alto de los acantilados árticos para evitar a depredadores como los zorros
La vida es dura para la barnacla cariblanca, que debe lidiar con las temperaturas del Ártico y proteger a sus crías de los depredadores como los zorros anidando en altos salientes y acantilados.
Pero esta estrategia tiene un inconveniente: para comenzar su vida, los jóvenes gansos deben sobrevivir a una terrible caída, a veces de cientos de metros.