Caso de melanismo en un pingüino papúa
Un pequeño equipo de biólogos afiliados a varias instituciones de Argentina ha encontrado un caso de melanismo en un pingüino papúa salvaje que vive en la Antártida. En su artículo el grupo describe el espécimen que observaron y las posibles razones de su coloración.
Los pingüinos papúa (Pygoscelis papua) que viven en la Bahía Esperanza de la Antártida, en la punta de la Península Antártica, suelen tener un color negro en la parte superior de las alas y un color blanco debajo. Del mismo modo, suelen ser todos negros en el lomo, mientras que el frente (excepto la cabeza) es generalmente de color blanco brillante. Esta apariencia, como ocurre con otros pingüinos, les da la sensación de llevar un esmoquin.
Investigaciones anteriores han demostrado que el motivo de la coloración es ayudar a las aves a evitar a los depredadores cuando están en el agua. Los que están encima de ellos tendrán dificultades para distinguir la oscuridad de sus lomos de la oscuridad del océano debajo, y los que están debajo de ellos tendrán dificultades para distinguir sus frentes blancos del cielo sobre ellos.
Sin embargo, a veces pueden ocurrir mutaciones que resulten en una coloración anormal.
Imagen: El pingüino tiene una afección llamada melanismo, en la que se produce demasiada cantidad del pigmento oscuro melanina, lo que lo hace más oscuro de lo habitual.
En este nuevo estudio, dirigido por Rocío Nigro de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, el equipo de investigación ha encontrado un ejemplo de pingüino papúa con melanismo, lo que significa que algunas de sus plumas delanteras y inferiores tradicionalmente blancas son oscuras, dándole un aspecto moteado.
La observación no es inaudita: otro equipo vio un pingüino rey con la misma condición en 2010 aunque, en ese caso, el exceso de melanina resultó en un frente que era casi tan negro como el lomo.
En esta observación más reciente, el equipo de investigación no encontró evidencia de que el color adicional en su frente blanco hiciera al pingüino más susceptible a los depredadores, y no pareció molestar a los otros pingüinos de su colonia. Sin embargo, no pudieron confirmar su género ni su estado reproductivo; por lo tanto, no se sabe si el inusual color dificulta que el pingüino encuentre pareja.
Los científicos señalan que investigaciones anteriores han sugerido que el melanismo probablemente ocurre en aproximadamente uno de cada 250.000 pingüinos, según su tasa de aparición en otros animales.
Los hallazgos se han publicado en la revista Polar Biology: A case of melanism in a Gentoo Penguin (Pygoscelis papua) at Esperanza/Hope Bay, Antarctica