Una investigación sugiere que las aves marinas pueden oír su camino a través del océano

albatros errante en vuelo
Los albatros errantes pueden cubrir enormes distancias en un solo viaje. MZPhoto.cz

Los albatros se orientan hacia el infrasonido mientras buscan alimento

Los animales recorren asombrosas distancias cuando buscan comida. Mientras que los caribúes, los renos y los lobos recorren impresionantes kilómetros en tierra, las aves marinas no tienen rival en las distancias que recorren.

Los charranes árticos (Sterna paradisaea) viajan desde el Ártico a la Antártida y regresan como parte de su migración anual. Los albatros errantes (Diomedea exulans) vuelan el equivalente a diez veces a la Luna y regresan a lo largo de su vida.

Se han realizado muchas investigaciones sobre cómo eligen sus rutas de vuelo y encuentran alimento las aves marinas. Parecen utilizar la vista o el olfato para evaluar las condiciones locales.

Sin embargo, los albatros errantes pueden viajar más de 10.000 kilómetros en un solo viaje de alimentación, y no sabemos mucho sobre cómo utilizan estas aves señales de medio y largo alcance de su entorno para decidir adónde ir.

Sin embargo, por primera vez, un reciente estudio de Samantha Patrick, lectora de biología marina de la Universidad de Liverpool, y su equipo ofrece una idea de cómo aves como los albatros errantes pueden utilizar el sonido para determinar cómo son las condiciones a mayor distancia.

albatros se orienta por infrasonidos

Imagen: Los albatros se orientan hacia el infrasonido mientras buscan alimento

Cómo utilizan las aves marinas el sonido de baja frecuencia

Investigaciones anteriores han demostrado que las aves marinas no sólo buscan información sobre dónde encontrar alimento, sino también cómo hacerlo de manera eficiente. Descubrieron que la forma en que los albatros errantes utilizan su sentido del sonido puede ser crucial.

Este estudio analizó cómo responden estas aves a un tipo de sonido de muy baja frecuencia llamado infrasonido, que puede viajar miles de kilómetros.

Si bien normalmente es inaudible para los humanos, sabemos que algunos animales pueden oír los infrasonidos. Cuando las olas chocan entre sí o contra las costas, crean una frecuencia de infrasonido llamada microbaroms, también conocidos como la "voz del mar". Este fue el tipo de infrasonido que analizó el estudio.

Se sabe que las áreas de alta actividad de olas pueden estar asociadas con surgencias, donde los peces salen a la superficie. El infrasonido podría proporcionar información sobre dónde están estas áreas e informar a las aves sobre buenas zonas de alimentación.

La búsqueda eficiente de alimento es particularmente importante para grandes especies de aves marinas como el albatros errante, que tienen una envergadura de 3,5 metros. Su tamaño significa que dependen del viento para despegar y volar de manera eficiente, a diferencia de aves más pequeñas como los frailecillos, que baten sus alas hasta 400 veces por minuto.

La alta actividad de las olas también indica fuertes vientos. Dado que sabemos que los albatros errantes dependen del viento para volar de manera eficiente, el estudio del equipo sugiere que el infrasonido podría darles una señal de largo alcance sobre dónde pueden encontrarse las condiciones óptimas para buscar alimento.

El infrasonido también se genera cuando las olas chocan contra las costas, y sabemos que muchas aves marinas costeras utilizan la costa para seleccionar sus rutas de vuelo y encontrar el camino de regreso a sus colonias de reproducción. Por lo tanto, el infrasonido podría revelar la ubicación de elementos estáticos como las costas, brindando a las aves marinas importante información a lo largo de largas distancias.

A pesar del potencial de esta señal para las aves marinas, el artículo es la primera evidencia de que las aves marinas pueden responder al infrasonido, que se monitorea globalmente a través de una red de sensores instalados por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO).

Este sistema se instaló para detectar pruebas nucleares, pero su subproducto son enormes cantidades de datos que pueden utilizar los científicos. Los investigadores combinaron los registros de la CTBTO con sus propios datos de seguimiento GPS de 89 albatros errantes para comparar los microbarums y los movimientos de las aves.

envergadura del albatros errante

Imagen: Los albatros errantes tienen una enorme envergadura. MZPHOTO.CZ/Shutterstoc

Lo que descubrieron

Esto les permitió aislar datos que mostraban cómo estos albatros parecían tomar decisiones sobre dónde ir a continuación. Los hallazgos mostraron que eligieron la dirección con el infrasonido más fuerte. Esto sugiere que las aves podrían utilizar infrasonidos para encontrar comida o minimizar la energía que utilizan en sus viajes. Sin embargo, no pueden decir con seguridad por qué son mejores las zonas más ruidosas.

Los hallazgos también pueden brindar a los científicos información sobre cómo otras aves toman decisiones en viajes de media y larga distancia.

Como ocurre con muchos estudios que prueban una hipótesis por primera vez, el estudio del equipo plantea tantas preguntas como respuestas. Si las aves marinas responden al infrasonido, deben poder oírlo y saber de dónde viene. Los estudios de laboratorio han encontrado evidencia de que algunas aves pueden oír infrasonidos, pero no se han realizado pruebas en aves marinas.

Llevar un albatros errante a un laboratorio y crear una cámara de sonido lo suficientemente grande como para realizar pruebas experimentales parece poco probable en el corto plazo, pero otras especies de aves marinas pueden vivir en cautiverio y la investigación podría centrarse en esto.

Los cambios climáticos provocados por el calentamiento y los dañinos efectos que estos están teniendo en las aves marinas, así como en muchas otras plantas y animales, están bien documentados, lo que les dificulta encontrar alimento, por ejemplo.

A medida que los humanos alteran los hábitats oceánicos, el infrasonido puede ayudar a las aves a adaptarse ayudándolas a encontrar alimento, incluso cuando las reservas disminuyen. O la actividad humana, como un mayor ruido, podría enmascarar este tipo de información esencial, con consecuencias perjudiciales para la vida silvestre. De cualquier manera, comprender cómo y por qué las aves marinas utilizan el infrasonido ayudará a los científicos a comprender su importancia en la crisis climática.

El estudio se ha publicado en la revista PNAS: Albatrosses orient toward infrasound while foraging

Etiquetas: AlbatrosInfrasonidoAlimento

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