El pequeño Pakudyptes hakataramea tenía adaptaciones anatómicas que le permitían bucear
Tres pequeños huesos fósiles de pingüino, recogidos en el sur de Canterbury en 1987, arrojan nueva luz sobre cómo han evolucionado las alas de los pingüinos. Un nuevo estudio describe una nueva especie de pingüino que vivió en Otago hace unos 24 millones de años.
El pingüino, llamado Pakudyptes hakataramea, era muy pequeño (aproximadamente del mismo tamaño que el pingüino azul pequeño, el más pequeño del mundo), con adaptaciones anatómicas que le permitían bucear.
El autor principal, el Dr. Tatsuro Ando, ex candidato a doctorado en la Universidad de Otago—Ōtākou Whakaihu Waka y ahora en el Museo Ashoro de Paleontología en Japón, colaboró con investigadores de Otago, la Universidad de Ciencias de Okayama y la Universidad de Osaka.
La inspiración del Dr. Ando para el artículo surgió de las conversaciones con el difunto profesor Ewan Fordyce, su supervisor y mentor en Otago.
Los investigadores analizaron tres huesos (el húmero, el fémur y el cúbito) encontrados por el profesor Fordyce en el valle de Hakataramea, en el sur de Canterbury.
El Dr. Ando dice que Pakudyptes llena un vacío morfológico entre los pingüinos modernos y los fósiles. "En particular, la forma de los huesos del ala difería mucho, y sigue sin estar claro el proceso por el cual las alas de los pingüinos llegaron a tener su forma y función actuales", afirma.
El húmero y el cúbito resaltan cómo han evolucionado las alas de los pingüinos. Sorprendentemente, mientras que las articulaciones de los hombros del ala de Pakudyptes eran muy similares a las del pingüino actual, las articulaciones del codo eran muy similares a las de tipos más antiguos de fósiles de pingüinos.
Imagen: Pakudyptes hakataramea gen. et sp. nov. Húmero izquierdo (OU 21977) en vistas a, craneal, b, caudal, c, ventral, d, proximal y e, distal. Cúbito izquierdo (OU 21976) en vistas f, caudal y g, proximal. Fémur derecho (OU 21966) en vistas h, craneal, i, caudal, j, lateral y k, distal. Barra de escala = 10 mm. d, e, k y g no están a escala. Crédito: Journal of the Royal Society of New Zealand (2024). DOI: 10.1080/03036758.2024.2362283
"Pakudyptes es el primer fósil de pingüino encontrado con esta combinación, y es el fósil 'clave' para desbloquear la evolución de las alas de los pingüinos".
La coautora, la Dra. Carolina Loch, de la Facultad de Odontología de Otago, dice que el análisis de la estructura ósea interna realizado en la Facultad de Odontología, en comparación con datos de pingüinos vivos proporcionados por la Universidad de Ciencias de Okayama, muestra que estos pingüinos tenían características microanatómicas que sugerían el buceo.
Los pingüinos modernos tienen excelentes habilidades para nadar, en gran parte debido a sus densos y gruesos huesos que contribuyen a la flotabilidad durante el buceo.
En Pakudyptes, la corteza ósea era razonablemente gruesa, aunque la cavidad medular, que contiene la médula ósea, estaba abierta, similar a lo que vemos en el pequeño pingüino azul moderno, que tiende a nadar en aguas poco profundas.
La capacidad de Pakudyptes para bucear y nadar se debe a la distintiva combinación de sus huesos.
Huesos como el húmero y el cúbito muestran áreas de unión de músculos y ligamentos que revelan cómo se utilizaban las alas para nadar y maniobrar bajo el agua.
La Dra. Loch dice que los pingüinos fósiles generalmente eran grandes, de alrededor de 1 metro de altura. "Los pingüinos evolucionaron rápidamente desde el Oligoceno tardío hasta el Mioceno temprano y Pakudyptes es un fósil importante de este período. Su pequeño tamaño y su combinación única de huesos pueden haber contribuido a la diversidad ecológica de los modernos pingüinos".
El estudio se ha publicado en el Journal of the Royal Society of New Zealand: A new tiny fossil penguin from the Late Oligocene of New Zealand and the morphofunctional transition of the penguin wing