Predecir la propensión de los cormoranes a migrar según las condiciones ambientales
El mundo viviente se ve profundamente afectado por las actividades humanas. Una octava parte de las especies se encuentran actualmente amenazadas de extinción en un futuro próximo, en gran medida debido al cambio climático [PDF]. Frente a la degradación de su hábitat, las especies que sobrevivirán serán aquellas que sean capaces de adaptarse.
Suzanne Bonamour, investigadora postdoctoral de Chercheuse (Marie Skłodowska-Curie), Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, y su equipo de investigadores está tratando de comprender mejor cómo están cambiando los patrones de migración estacional frente al cambio climático mediante el estudio de los cormoranes crestados o moñudos (Gulosus aristotelis). El seguimiento de la migración a largo plazo de esta especie, clasificada como en peligro de extinción en el Reino Unido, comenzó hace unos quince años a lo largo de la costa escocesa.
En respuesta a la subida de las temperaturas (estimadas en 2023 en +1,45°C por encima de los niveles preindustriales), muchas especies de plantas y animales en zonas templadas se están desplazando a mayores altitudes o hacia los polos, donde las temperaturas son más frías. Para muchos otros, los acontecimientos anuales de su ciclo vital, como la migración, la salida de la hibernación o la reproducción, se producen a principios del año. Aunque, en teoría, estas adaptaciones podrían ser posibles gracias a la evolución genética, actualmente parecen ser muy poco frecuentes en la naturaleza.
Imagen: Acantilados en la isla de May, Escocia. Los cormoranes crestados salpican los islotes rocosos y los acantilados, donde pueden descansar entre sesiones de pesca, secar sus plumas, que son solo parcialmente impermeables, y construir su nido durante la temporada de reproducción. Jane Reid, Creado por el autor
Además de la subida global de las temperaturas, el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes y extremos, como tormentas, inundaciones e incendios. Para sobrevivir a estas rápidas y profundas alteraciones de su entorno, algunas especies pueden escapar de estos episodios desagradables migrando temporalmente.
Migrar para adaptarse
Muchos animales migran entre dos períodos de reproducción, realizando lo que se conoce como migración estacional. Este tipo de migración se entiende como un medio para buscar las condiciones de vida más favorables a lo largo de un año, pero no por ello deja de representar un riesgo y un coste energético importantes. Dependiendo de las condiciones ambientales, a veces se ha desarrollado un compromiso entre migración y vida sedentaria, y existe una sorprendente diversidad de comportamientos migratorios dentro del reino animal.
Como la mayoría de las especies migratorias, se dice que la población de cormoranes que está estudiando Bonamour y sus colegas es parcialmente migratoria, ya que algunos individuos migran a lo largo de la costa durante el invierno, mientras que otros permanecen en el área de reproducción durante todo el año. En verano e invierno, los científicos recorren la costa para identificar individualmente a cada cormorán, gracias a unos anillos que les han colocado previamente y que pueden verse desde la distancia.
Imagen: El cormorán crestado mide entre 70 y 80 cm y tiene una envergadura de alrededor de 1 m. El ejemplar en primer plano está anillado con identificadores únicos inscritos en una banda de metal, duplicada por una banda de color numerada que permite identificarlo a distancia. Mark Newell
Las aves observadas durante todo el año en el área de reproducción se denominan "residentes", mientras que las que se encuentran en otro lugar en otoño o invierno se conocen como "migrantes". Gracias a más de 80.000 observaciones de diferentes 12.000 cormoranes, ahora es posible entender por qué ciertas aves eligen migrar y cómo esto podría ayudarlas a adaptarse al cambio climático.
"Nos dimos cuenta de que durante las tormentas de invierno, migran una mayor cantidad de cormoranes, lo que aumenta sus posibilidades de supervivencia en comparación con los cormoranes residentes que permanecen en el área de reproducción. Entonces, ¿Cómo percibieron los cormoranes la llegada de una tormenta? ¿Podría esta capacidad de redefinir la propia ruta migratoria en función de las condiciones ambientales extenderse al resto de la población? En resumen, ¿Podría la migración estacional de los cormoranes ayudarlos a enfrentar la crisis climática?", se preguntó Bonamour.
¿Cómo eligen migrar los cormoranes?
Para responder a estas preguntas, el equipo está realizando un nuevo estudio utilizando modelos estadísticos avanzados para predecir la propensión de los cormoranes a migrar según las condiciones ambientales. Uno de los grandes retos de este tipo de estudios es que resulta imposible para los científicos rastrear a todas las aves que viven libremente en su entorno natural. Cuando se trabaja sobre el terreno, siempre hay algunos individuos que no se pueden detectar.
En este caso, el truco consiste en distinguir estadísticamente por qué no se observaron ciertos cormoranes durante los estudios costeros. ¿Estaban en otra zona de invernada? ¿Estaban pescando o escondidos detrás de una roca? ¿O no sobrevivieron?
Imagen: Un cormorán crestado adulto vigila a sus crías. En esta población escocesa, las hembras ponen una nidada de 1 a 4 huevos al año en primavera y, por lo general, solo a partir de los 3 años de edad. John Anderson
Al relacionar las posibilidades de observar cada cormorán anillado con su área de invernada y con las condiciones ambientales locales a lo largo del año (como temperatura, precipitaciones, velocidad y dirección del viento, altura de las olas, cantidad de alimento, número de cormoranes en el área, etc.), es posible averiguar en qué medida y en función de qué componentes de su entorno los cormoranes deciden migrar o quedarse.
¿Cambios de comportamiento transmitidos a través de los genes?
Aunque las investigaciones están en marcha, ya podemos afirmar que en muchos casos los cambios de comportamiento no serán suficientes para adaptarse al cambio climático. En algunos casos, sólo permitirá a los animales responder de maneras inadecuadas, demasiado limitadas y/o demasiado costosas. Por lo tanto, a menudo será necesaria la adaptación genética para permitir que las poblaciones naturales persistan.
Dado que la propensión a migrar hace que los cormoranes sobrevivan mejor a las tormentas, esta estrategia podría extenderse a la población mediante el proceso de selección natural. Para que esto ocurra, este comportamiento migratorio y su sensibilidad al medio ambiente deben tener un origen al menos parcialmente genético. Se estimará el componente genético que explica la migración estacional y su variabilidad a partir del árbol genealógico de los cormoranes de esta región. Cruzando estadísticamente las diferentes estrategias migratorias de los cormoranes y su grado de parentesco (padre/hijo, abuelo/nieto, primo, etc.), será posible deducir la parte hereditaria de la migración estacional y su sensibilidad al medio, y por tanto su potencial de adaptación.
El objetivo de este proyecto es arrojar luz sobre la capacidad de adaptación y resiliencia de las especies migratorias, que aún están poco investigadas porque son particularmente complejas de abordar. Nuestra capacidad de predecir los movimientos de las especies migratorias y su potencial evolución es esencial para comprender la ecología de estas especies, que se ven particularmente afectadas por las actividades humanas, y así abrir el camino a nuevos protocolos de conservación. Pero no olvidemos que ningún avance en la ciencia de la conservación podrá compensar la creciente emergencia ambiental causada por los humanos.
