Aves del Mar: El pingüino emperador

Pinguinos emperador sumergiéndose en aguas de la Antártida

Es el mayor pingüino del mundo

No tiene nido ni territorio, y para mantener el calor se aprietan unos contra otros

El pingüino emperador (Aptenodytes forsteri), soberano indiscutible de la Antártida, es el mayor pingüino del mundo, el que vive más al sur y en condiciones más duras.

Como todas las demás especies de pingüinos, es un ave incapaz de volar, pero está perfectamente adaptada al ambiente acuático.

Los pingüinos provienen de antepasados capacitados para el vuelo, aunque no se sabe con seguridad cuáles fueron sus ancestros. Entre las diversas hipótesis que se han barajado sobre su origen, una de las más verosímiles apunta a que estas aves ápteras -que carecen de alas- descienden de los procelariformes, un grupo de aves que incluye algunas de las especies que mejor vuelan (albatros y petreles).

pinguinos emperador

Recientes estudios de ADN parecen confirmar este parentesco, aunque también sugieren afinidades con los colimbos, aves bien adaptadas al medio marino, y con los rabihorcados, excelentes voladores.

Los primeros fósiles de pingüinos, cuya datación se estima en unos 40 millones de años, provienen de Australia, Nueva Zelanda y la Antártida, lo que confirma que este grupo se diferenció en el emisferio austral. Los fósiles sudamericanos son posteriores, y más aún los del sur de África, con apenas 6 millones de años de antiguedad.

Los 21 géneros y las 32 especies de pingüinos extinguidos mostraban mayor diversidad de formas y tamaños que los actuales, aunque ya eran marinos y probablemente ápteros.

Las 17 especies de pingüinos actuales no aparecieron hasta una época mucho más reciente, hace unos dos millones de años. Como sus antepasados, viven exclusivamente en el emisferio sur, pero algunas especies, como el pingüino de las islas galápagos, surcan las aguas ecuatoriales.

De entre todas las especies de su orden, el pingüino emperador es el que mejor se ha adaptado a la Antártida, el continente más hostil para la vida. Pero el Océano que lo circunda, muy rico en sales minerales, también lo es en plancton y, por consiguiente, en krill o eufasiáceos, crustáceos diminutos similares a las quisquillas.

El pingüino emperador que se alimenta exclusivamente en el Mar, no sólo dispone de esa despensa proteica, sino también de peces nototénidos y cefalópodos, que a veces captura en aguas muy  profundas.

pingüino emperador, saltando al salir del agua

Gracias a su extraordinaria adaptación morfológica -cuerpo rígido y fusiforme, cuello corto, alas transformadas en aletas, y patas que sirven de timón-, el pingüino emperador es un nadador excelente, capaz de superar los 14 km/h. Además, tiene una elevada densidad corporal, lo que le permite sumergirse con rapidez, a veces hasta profundidades increíbles. Sus zambullidas duran 18 minutos como máximo, y aunque la mayoría de las inmersiones no rebasan los 50 m, pueden alcanzar 500.

Para escapar de las focas leopardo, que acechan bajo los hielos flotantes, es capaz de acelerar su "vuelo acuático" al acercarse a la superficie y salir proyectado hasta más de 2 m de altura sobre el agua.

En tierra, sus movimientos son torpes y lentos, y se desplaza contoneándose sobre sus patas. Como contrapartida, sus pies, vigorosos y provistos de fuertes garras, le permiten afianzarse sobre el hielo e impulsarse cuando se desliza sobre el vientre.

En marzo, como si obedecieran a una orden de evacuación innata, casi todos los habitantes de la Antártida -petreles nivales, pingüinos Adelia, págalos y focas leopardo- abandonan el continente helado y se dirigen hacia el norte.

pingüino emperador, migración en procesión

Mientras estos animales escapan del invierno austral que se avecina, los pingüinos emperador abandonan las aguas marinas en las que pasaron el verano y se dirigen al sur, hacia el interior de la banquisa. Formando largas procesiones, avanzan caminando lentamente (a menos de 1 km/h) con un solo objetivo: la reproducción.

Tras recorrer largas distancias, en ocasiones más de 80 km, sin comer absolutamente nada y deteniéndose sólo para dormir, llegan al mismo lugar donde se reprodujeron el año anterior y forman grandes colonias, a veces de varios millares de individuos.

A penas llegan a la colonia, los pingüinos emperador adoptan un comportamiento esteriotipado e invariable: erguidos sobre sus cortas patas, estiran el cuello y frotan varias veces los lados de la cabeza contra una y otra aleta. Acto seguido se forman las parejas, distintas de las del año anterior (aunque se discrepa en esto), que permaneceran unidas durante todo el ciclo.

Antes del acoplamiento transcurre un mes entero, durante el cual machos y hembras emiten elaborados cantos nupciales, al tiempo que realizan una complicada parada nupcial. El canto de estas aves es como un código individual, o "carnet de identidad", mediante el cual los miembros de la colonia -y de la propia pareja- se reconocen entre sí.

pingüino emperador y su polluelo

Dos semanas después de la cópula, en mayo o junio, la hembra pone un solo huevo, que deja caer justo encima de sus patas, en un repliegue abdominal. Después de la puesta, la pareja reanuda sus cantos a dúo y, al cabo de unas horas, la hembra le pasa el huevo al macho, que lo incubará unos 62 días. La ceremonia incluye cantos, contoneos y un éxtasis final del macho al introducir el huevo en su propio repliegue abdominal.

Una vez hecho el traspaso, la hembra gira en torno al macho, se aleja, vuelve sobre sus pasos, canta y hace una especie de parada de despedida. Finalmente, regresa al Mar para reponer sus reservas de energía. Tanto la hembra como el macho llevan cerca de 65 días sin comer. Pero el macho, que lleva el huevo en su repliegue abdominal -donde lo incubará a una temperatura constante de 36°C-, todavía permanecerá otros dos meses en la banquisa, hasta que la hembra regrese.

Después de cuatro meses de ayuno, el macho ha perdido el 40% de su peso y todavía deberá andar por la banquisa decenas de kilómetros hasta llegar al Mar. Pese a todo, si la hembra se retrasa, es capaz de alimentar al polluelo durante dos semanas más con una secreción del esófago, la denominada "leche de pingüino". Luego, mientras el macho repone sus reservas, la hembra alimentará al polluelo regurgitando el alimento que almacenó durante su estancia en el Océano.

pingüinos emperador, arrebujados contra el frío

Cuatro semanas después, el macho la releva hasta que, hacia finales de septiembre, el polluelo, dotado ya de un plumón espeso, adquiere la completa autonomía térmica.

Comienza entonces una fase de "guardería" en la que, para luchar contra el mal tiempo (temperaturas de hasta -54°C y vientos huracanados de 200 km/h), las crías se apretujan unas contra otras en una formación que, animada de un continuo movimiento centrípeto, impide que ningún polluelo permanezca mucho tiempo en la periferia y muera de frío.

A principios de diciembre, los polluelos abandonan la colonia y se dirigen al Mar -morirán más de la mitad durante sus primeras semanas por inanición, víctimas de las focas leopardo o a causa de los elementos-, donde permanecerán un año entero.

Cuatro o cinco años después, según se trate de hembras o machos, alcanzan la madurez sexual y pueden reproducirse por primera vez.

pingüinos emperador saltan hacia el mar

NOTA del 27/01/2009 .- Los autores de un artículo que hoy se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences ('PNAS') sobre el futuro de este pingüno tan popular, el emperador (sobre todo a raíz de la película documental El viaje del emperador, de Luc Jacquet -página oficial, en francés- ), indican que las consecuencias del cambio climático para esta especie pueden ser dramáticas.

pingüinos emperador durante su viaje

Como muchas otras especies polares, el pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) hace su vida, como hemos visto más arriba, en el hielo marino: cría y busca alimento en él. Sin embargo, está previsto que el aumento global de las temperaturas reduzca la extensión de hielo marino -como está ocurriendo ya de forma llamativa en el Ártico-. La amenaza es clara, ¿pero cómo afectará exactamente a esta especie?

Stéphanie Jenouvrier, del Departamento de Biología de la Institutción Oceanográfica de Woods Hole (EEUU), y colegas decidieron cuantificar los efectos del clima en los índices de supervivencia, predecir las tendencias climáticas futuras e integrar estos efectos en los modelos poblacionales.

Concretamente, los científicos desarrollaron un modelo para "estimar los índices de crecimiento y las probabilidades de casi-extinción [un declive del 95% o más] bajo previsiones de las condiciones futuras del hielo según los modelos climáticos empleados por el IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), la guía "oficial" sobre este fenómeno)".

pingüinos emperador, ritual nupcial

Los pingüinos emperador se reproducen durante el invierno antártico. El hielo marino les sirve para formar colonias a grandes distancias del mar abierto, lo que hace que las incursiones al agua en busca de alimento requieran larguísimos viajes.

Cuando el hielo es demasiado abundante, dicen los autores del estudio, estos viajes se vuelven aún más largos, con su consiguiente gasto energético para los adultos que van a buscar alimento y menos aprovisionamiento para las crías. Pero, de la misma forma, si el hielo es escaso, los índices de supervivencia son más bajos.

Esta especie se alimenta de peces que a su vez ingieren krill, unos crustáceos minúsculos que forman parte del plancton marino. La abundancia de hielo marino fomenta la producción planctónica, por lo que la relación entre la cantidad de hielo y la disponibilidad de alimento es directa.

polluelos de pingüinos emperador

Jenouvrier y colegas citan un ejemplo de interacción entre clima y supervivencia. Entre 1972 y 1981, un descenso brusco de la extensión de hielo marino en Terre Adélie (Antártida) durante varios años consecutivos tuvo consecuencias dramáticas sobre la población de pingüinos emperador.

La reducción de un 11% en el hielo marino coincidió con una reducción del... ¡50% en la población de esta especie!

En base a sus modelos -que tienen en cuenta datos de más de cuatro décadas-, los investigadores concluyen que, si el hielo marino disminuye en invierno al ritmo previsto por el IPCC, la población de pingüinos emperador se reducirá drásticamente en 2100 como consecuencia de una adaptación muy lenta a las nuevas presiones ambientales.

No obstante, las posibilidades de llegar a una situación de casi-extinción es del 36%, según los modelos.

Ver también: Pingüinos emperador hacen la "ola mexicana" para calentarse | Fotos de las 18 especies de pingüinos en el mundo

Etiquetas: PingüinoEmperadorAveAntártida

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