La sorprendente instantánea fue tomada en Australia por el fotógrafo John Prats
The Land Down Under continúa suministrándonos un flujo constante de sorprendentes encuentros de vida silvestre, como esta fotografía perfectamente sincronizada de un pingüino azul en "vuelo de ida" a la mesa de banquete de un águila marina de vientre blanco.
La sorprendente instantánea fue tomada por el fotógrafo y excursionista John Prats en el Royal National Park, que se encuentra justo al sur de Sydney, Australia. El oportuno avistamiento tuvo lugar realmente en abril de 2015, pero la imagen viral está recibiendo esta semana su segundo impulso.
Prats sospecha que el águila capturó su comida de una colonia de pingüinos ubicada más lejos a lo largo de la costa de Nueva Gales del Sur, dentro de la Reserva Natural protegida de Cinco Islas.
Cuando el pájaro apareció, recuerda, era imposible distinguir a primera vista lo que tenía exactamente en sus garras.
"Al principio pensamos que era un gran pez - quizás un salmón", dijo Prats al Illawarra Mercury. "Empecé a disparar la cámara tan pronto como [el águila] se acercó razonablemente y fue sólo después de mirar la pantalla de la cámara que me di cuenta de que era un pingüino".
Aunque reconoce que algunos pueden encontrar la imagen desagradable, Prats señala que es una parte ordinaria del mundo natural. Las águilas marinas de vientre blanco o pigargo oriental (Haliaeetus leucogaster) son cazadores aéreos oportunistas que se lanzan sobre una variedad de presas marinas - y los pingüinos azules, conocidos también como pingüinos pequeños o pingüinos del hada (Eudyptula minor), no son una opción de comida inusual.
Y cuando se trata de amenazas, para la población local de pingüinos las más grandes son las no naturales. La sucursal de Sydney de la Asociación de Parques Nacionales señala que una hierba invasiva ha sido un importante problema para el hábitat de las aves marinas.
"La destrucción del hábitat de anidación de los pingüinos azules en la Reserva Natural Five Islands por una hierba introducida de una variedad de jardín puede ser una amenaza más grande para esta población que las águilas marinas", señala el equipo en Facebook.
La hierba, conocida como kikuyu (Pennisetum clandestinum), se ha extendido a través de estos importantes criaderos de pingüinos, y plantea un riesgo estrangulador para los pájaros bebés. También puede bloquear el acceso a las madrigueras de anidación para los padres pingüinos.
Por su parte, Prats ha sido feliz de ver su imagen compartida tan ampliamente en línea, y espera que aliente a la gente a salir al aire libre.
"Sólo espero que al menos, aunque sea en forma pequeña, haya ayudado a concienciar sobre nuestro entorno natural y la necesidad de protegerlo", dice.