Cambiar el color de las redes de pesca puede ser suficiente para evitar que las aves marinas queden atrapadas
El número de aves marinas muertas anualmente por los encuentros con arrastreros podría reducirse drásticamente simplemente cambiando el color de las redes de pesca, según una nueva investigación. Y los pequeños pingüinos del zoológico australiano de Melbourne desempeñaron un papel importante para ayudar a lograr esto.
Científicos del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos (IMAS), la Universidad de Tasmania y Zoos Victoria se unieron para probar una variedad de redes de colores, verdes, naranjas y transparentes, en el grupo de pingüinos del Zoológico de Melbourne.
Descubrieron que los pingüinos chocaban con las redes naranjas con mucha menos frecuencia que con las redes verdes y transparentes. Esto demostró que los pingüinos podían detectar las redes naranjas a distancia y evitar nadar y quedar atrapados en ellas.
Los pingüinos australianos son solo una especie de ave afectada por redes de enmalle de pesca. Con 400.000 aves marinas muertas cada año en todo el mundo, esta investigación puede ser un paso hacia la búsqueda de una solución al problema de la captura incidental.
El siguiente paso sería probar en el mar estas redes de diferentes colores y trabajar con socios de la industria para cambiar potencialmente las prácticas de pesca.
La investigación, dirigida por Roshan Hanamseth, se describe en un artículo en la revista Aquatic Conservation: Assessing the importance of net colour as a seabird bycatch mitigation measure in gillnet fishing