¿Podrían los albatros llevando rastreadores ser un arma contra la pesca ilegal?
Drones, aviones espías y satélites salpican el cielo, rastreando a escurridizos sujetos en tierra y en el mar. Algunas veces sus objetivos son operativos militares o sombríos personajes. En otros casos, las tecnologías han sido adaptadas por científicos para descubrir los secretos de los animales salvajes.
El ecologista Henri Weimerskirch ha combinado las dos. En un novedoso estudio, el científico convirtió a los albatros errantes salvajes en espías, utilizando los movimientos naturales de los animales para rastrear la pesca ilegal.
Fieles a su nombre, los albatros errantes se alimentan en una enorme área. Por ejemplo, las aves que anidan en las islas Crozet, un archipiélago en el sur del Océano Índico, cerca de África, volarán hasta 3.000 kilómetros en busca de alimento, cubriendo más de 10 millones de kilómetros cuadrados. Los albatros también tienen la costumbre de congregarse alrededor de los barcos de pesca, ya que estos barcos son a veces la fuente de una comida fácil, aunque potencialmente peligrosa.
Weimerskirch, director de investigación en el Centro Nacional Francés para la Investigación Científica, pensó que con las herramientas adecuadas estas aves podrían actuar como centinelas en el mar, rastreando las actividades de los barcos de pesca que operan en aguas internacionales.
Weimerskirch y su equipo desarrollaron un registrador GPS que detecta las emisiones de radar de los barcos cercanos. El aparato registra las posiciones de las aves y los barcos, lo que les da a los investigadores una astuta forma de rastrear los movimientos de los barcos.
En pruebas de campo realizadas en las islas Crozet, los investigadores equiparon 53 aves con livianos dispositivos. Cuando las aves vuelven a anidar, los investigadores recuperan los registradores y los datos. Aunque solo pudieron recuperar datos de 43, las observaciones mostraron una alta correlación entre los movimientos de las aves y los barcos pesqueros.
Para confirmar la precisión de sus dispositivos, los investigadores trabajaron con la industria pesquera francesa de palangre para comparar sus datos con las detecciones de radar del Sistema de Monitoreo de Buques (VMS) de los barcos pesqueros. En sus ensayos, los registradores de las aves detectaron con precisión todas las señales VMS de los barcos, así como un barco anónimo y posiblemente ilegal.
Los investigadores están trabajando ahora con los militares franceses para ayudar a patrullar cerca de Crozet y destapar la pesca ilegal. "La idea es enviar la información tan pronto como la obtenga el dispositivo y transmitirla a las autoridades", dice Weimerskirch.
El riesgo de que ponga en peligro a las aves es mínimo, dice Weimerskirch. Hay muchas aves volando cerca de barcos de pesca, y los dispositivos son pequeños y discretos.
Weimerskirch dice que ya se está sometiendo a pruebas la próxima generación de su dispositivo. Fundamentalmente, los rastreadores actualizados devolverán los datos en tiempo real. Esto mejorará el valor de los datos que proporcionan, ya que los investigadores ya no necesitarán esperar hasta que las aves regresen a sus nidos para recuperar los registradores. Los nuevos dispositivos también son más pequeños, por lo que se podrían poner en servicio en aves más pequeñas que el tamaño del albatros.
Esta no es la primera vez que han sido utilizados animales para operaciones encubiertas. En los Estados Unidos, la armada ha entrenado a delfines y leones marinos para encontrar minas y nadadores en aguas no permitidas. Según los informes, la Agencia Central de Inteligencia pasó años entrenando cuervos y otros animales para espiar para ellos.
El próximo año, Weimerskirch y su equipo comenzarán a trabajar con el gobierno de Ecuador para combatir sus propios problemas con la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. "Aplicaremos nuestro método a otras especies de albatros y piqueros en Galápagos, porque existe una industria pesquera ilegal muy fuerte que opera en todas las islas", dice.
Nueva Zelanda también comenzará el próximo año a trabajar con el equipo, aunque con un objetivo ligeramente diferente. El gobierno quiere saber si las graves disminuciones en algunas poblaciones de albatros están siendo causadas por buques de pesca que operan en los terrenos de alimentación de las aves.
En el futuro es posible el uso a gran escala de rastreadores de animales, dice Weimerskirch, al igual que expandir el uso del dispositivo a otros animales marinos como tortugas y focas, convirtiendo a los habitantes del océano en una red de espías.