Los propietarios de perros burlan a sabiendas las leyes de correa, incluso a expensas de los pájaros
Puede parecer obvio que un perro sin correa suelto por la playa, que ladra, salta y persigue casi cualquier cosa que se mueva puede causar innecesario estrés a las aves. Pero intenta decirle eso al dueño del perro.
"Mi papá lleva a su perro a dar un paseo y lo deja suelto sin correa", se lamenta David Bradley, gerente del programa de British Columbia para Bird Studies Canada. "¿Por qué lo hace? Él dice: 'Bueno, solo tengo un perro y no causará mucho impacto'. "Esa no es la actitud correcta", dice Bradley. "Piensa en el panorama general".
Según una reciente encuesta, es generalizada la creencia de que los perros son inocuos. El equipo de Bird Studies Canada entrevistó a 245 bañistas en tres populares sitios a lo largo del bajo Fraser River, en las afueras de Vancouver, Columbia Británica, donde se colocan carteles y se han establecido reglamentos que prohíben los perros o requieren que estén con correa.
El estudio reveló que nueve de cada 10 dueños de perros son conscientes de que los sitios de la costa son importantes para las aves playeras y acuáticas. Pero el 40 por ciento de los entrevistados también dijeron que siempre llevaban a su perro a la playa, y el 15 por ciento siempre permitía que sus mascotas escaparan de la correa, siendo esta última una figura conservadora, ya que no todos los dueños de perros admiten el comportamiento, dice Bradley.
Y, al igual que el padre de Bradley, el 42 por ciento de los dueños de perros dicen que su perro no es un problema. "La gente a menudo tiene esta disonancia cognitiva", dice Bradley. "No miran internamente sus propias acciones. Tienden a externalizar el problema".
En el estuario inferior del río Fraser las aves se enfrentan a una serie de impactos humanos negativos: una población urbana en constante aumento, desarrollo industrial, cambios de hábitat debido al cambio climático y las especies invasoras, e incluso la presencia de observadores de aves y fotógrafos. En algunos lugares a lo largo de la costa, las aves acuáticas están abiertas a la caza.
En comparación, un perro sin correa puede parecer un problema menor. Pero como muestran las investigaciones, el acoso de los perros interrumpe repetidamente la capacidad de las aves para alimentarse y descansar, poniéndolas en mayor riesgo durante las migraciones de larga distancia. Los dueños de perros pueden subestimar los problemas que presentan sus perritos, pero también pueden cambiar para mejor, con unas pocas vueltas en el brazo.
Tomemos, por ejemplo, Qualicum Beach, Columbia Británica, donde sería difícil encontrar un perro en la playa en marzo y abril, cuando 2.000 gansos brant descienden en la zona para devorar la semilla anual del arenque.
Desde que fue contratado en 2005, el oficial encargado de hacer cumplir la ley, Don Marshall, ha aplicado tenazmente los estatutos que prohíben a los perros en las playas en marzo y abril.
En el Ártico, el criadero de verano del ganso, su principal depredador es el zorro. Para las aves, los perros se ven igual, dice Marshall. Si se permite que los perros estén libres de correa cerca de la playa, las aves no tendrán suficiente para comer, lo que puede poner en riesgo una migración exitosa.
Marshall dice que su objetivo es enseñar, no repartir multas, y el programa parece estar funcionando.
"Cuando comencé, había personas en todas partes", dice Marshall. "Ahora puedes ir cuando baja la marea y no ves a nadie en la playa con un perro".
En la Reserva del Parque Nacional Pacific Rim, en la costa oeste de la isla de Vancouver, los investigadores han demostrado que las aves son molestadas cinco veces más cuando las personas están acompañadas por perros que cuando están caminando solas. Debido a la prevención y educación en el lugar por parte del personal del parque, el cumplimiento de las reglamentaciones de correa aumentó del 44 por ciento en 2011 al 70 por ciento en 2017.
Bradley tiene la esperanza de que al compartir los resultados de su investigación, las municipalidades y la provincia aumentarán la educación y el cumplimiento en playas críticas.
Dondequiera que existan conflictos entre perros y pájaros, dice, la respuesta es casi segura. "Mantener a un perro con correa es algo muy simple de hacer. Está dentro de nuestra capacidad. La solución está en manos de los humanos".
