En entornos restringidos, los individuos inteligentes lo hacen mejor
Las aves que viven en islas oceánicas tienen cerebros más grandes que sus parientes en el continente, según una nueva investigación. Y la diferencia no solo se aplica a especies notablemente inteligentes, como los cuervos, sino también a las no inteligentes, como las palomas.
La evolución es un proceso complejo, con cambios ambientales y la deriva genética que coloca a las especies en cantidad de caminos, y los biólogos evolutivos están ansiosos por encontrar evidencia del proceso en funcionamiento de acuerdo con tendencias predecibles. Algunas presiones selectivas son más comunes en los ambientes de las islas que en el continente, lo que resulta en tendencias como la convergencia en la forma del cuerpo en los lagartos y la pérdida de vuelo en las aves.
El comportamiento de uso de herramientas en aves isleñas como el cuervo de Nueva Caledonia (Corvus moneduloides), el cuervo hawaiano (Corvus hawaiiensis) y el pinzón carpintero de Galápagos (Camarhynchus pallidus) sugiere que la vida en las islas también puede conducir a la evolución de avanzadas habilidades cognitivas y un tamaño de cerebro más grande.
En las aves, el tamaño total del cerebro es un indicador preciso de la capacidad cognitiva, ya que el cerebro más grande tiene una región paliativa más grande, el área responsable del aprendizaje espacial.
Los investigadores habían buscado previamente evidencia de la hipótesis del "cerebro de isla", en estudios que comparaban el tamaño del cerebro en especies continentales y sus contrapartes en islas. Ninguno de estos estudios, sobre grajos y cuervos, así como otro sobre primates, encontraron una tendencia concluyente.
Para el último estudio, dirigido por Ferran Sayol del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) de Barcelona, España, se midió el tamaño del cerebro de 110 especies de aves que viven en islas y 1.821 especies continentales. El conjunto de datos involucró 11.554 especímenes de 1.931 especies de aves.
Para desentrañar el factor de confusión de si el tamaño del cerebro grande es un precursor o el resultado de una colonización exitosa en las islas, los investigadores aplicaron un marco filogenético bayesiano: un examen detallado de las relaciones evolutivas y la amplitud de los nichos.
Reconstrucciones de colonizaciones de islas y cambios relativos del tamaño del cerebro [explicación]
La ventaja de un conjunto de datos tan grande es que incluye especies de gran cerebro como los córvidos y los loros, junto con otros colonizadores de islas como palomas y rieles que tienen cerebros más pequeños y no son tan conocidos por su inteligencia. La tendencia se mantuvo en múltiples familias: las aves de las islas tienen cerebros más grandes que sus contrapartes de la parte continental.
"Nuestros hallazgos indican que las aves de las islas tienden a tener cerebros más grandes que sus parientes cercanos en la parte continental y que estas diferencias han evolucionado in situ e independientemente en varios linajes", dice Sayol.
El documento, publicado en la revista Nature Communications, sugiere que la vida en las islas es más impredecible, lo que a su vez selecciona cerebros más grandes a pesar de los considerables costos energéticos y de desarrollo que conlleva su administración.
El entorno de las islas limita la dispersión. Cuando las condiciones ambientales se deterioran, se seleccionan cerebros más grandes con suficiente plasticidad conductual para cambiar a nuevas comidas o cambiar las técnicas de búsqueda de alimento. Por ejemplo, es más probable que el pinzón carpintero de Galápagos use su pequeña herramienta de hierba para extraer insectos cuando la isla está en condiciones de sequía.
Artículo científico: Predictable evolution towards larger brains in birds colonizing oceanic islands