Una hembra recorrió 6.801 kilómetros en 67 días
Cada año, en diciembre, pingüinos con largas cejas rubias se alejan nadando de las costas de Nueva Zelanda durante una maratón de dos meses a mitad de camino hacia la Antártida y de regreso.
La impresionante distancia fue registrada por investigadores, quienes por primera vez lograron rastrear a las aves.
Los pingüinos, universalmente adorados y estrellas de los dibujos animados, en realidad no están bien estudiados.
Un tercio de todas las especies de pingüinos viven en Nueva Zelanda, donde forman parte del paisaje, principalmente en el salvaje sur. Sin embargo, la mayoría de las especies de pingüinos se consideran vulnerables o en peligro de extinción.
Hasta ahora no estaba claro dónde migraba cada año en busca de alimento una especie de pingüino, el pingüino de Fiordland con cresta o Tawaki en lengua maorí (Eudyptes pachyrhynchus).
Los zoólogos supusieron que se quedaban cerca de la costa. Para averiguarlo, los investigadores del Proyecto Tawaki, que utiliza el nombre local del pájaro, colocaron a 20 pingüinos etiquetas de seguimiento satelital y siguieron su migración a diario.
"Mi primera reacción fue que algo andaba mal con los datos", dijo Thomas Mattern, investigador en el Departamento de Zoología de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, y director del proyecto.
"Entonces me quedé perplejo, estaba completamente pasmado: ¿a dónde irán, cuándo se detendrán?"
Los pingüinos nadaron hasta la mitad de la Antártida, en áreas donde las cálidas aguas del norte colisionan con las frías aguas del sur. Luego nadaron de vuelta hacia Nueva Zelanda.
Ida y vuelta, una hembra recorrió 6.801 kilómetros en 67 días. Un macho 5.597 kilómetros en 77 días.
Los datos completos se refieren a solo cinco animales, ya que las etiquetas parecen haberse separado de las otros 15 que fueron rastreados durante su viaje.
Esta nueva información confirma que los pingüinos se encuentran entre los nadadores vertebrados más extraordinarios del planeta.
Según Mattern, los rusos incluso estudiaron la hidrodinámica de las plumas de los pingüinos para imitarla en sus submarinos.
Pingüinos misteriosos
Los investigadores tuvieron dificultades para encontrar fondos para su proyecto. Cada etiqueta cuesta entre $ 1.500 y $ 2.000. Y, según Mattern, una investigación como esta "ha caído completamente de moda". "Si buscas financiamiento académico, tiene que ser hoy en día un tema de moda, ya sea ADN antiguo o microbiología. Los estudios de campo que realizan investigaciones de referencia a menudo se consideran demasiado descriptivos y aburridos", dijo Mattern.
En cambio, fueron las organizaciones no gubernamentales y el público los que ayudaron a financiar la investigación.
¿Por qué centrarse en la migración de pingüinos?
"Los pingüinos son aves marinas, pasan hasta el 80 por ciento de su vida en el océano, y no tenemos la menor idea de lo que hacen allí", dijo Mattern. Mientras se sospecha que las aves están en declive, "para hacer algo al respecto, debes saber qué está afectando a la especie".
El calentamiento de los océanos, el turismo y la pesca probablemente afecten a los pingüinos, pero aún deben estudiarse científicamente los efectos en sus vidas.
"Los pingüinos están en problemas en todo el mundo, y sobre todo es porque hay problemas en los cambios en el océano", dijo P. Dee Boersma, bióloga de la Universidad de Washington, Seattle, y experta en pingüinos sudamericanos.
Boersma, que no participó en el proyecto, señaló que el clima cálido no ha sido bueno para los pingüinos. "El otro gran problema es la competencia con la pesca", dijo Boersma.
Los pingüinos africanos solían contarse por millones, ahora son alrededor de 30.000, dijo ella. ¿Por qué? "Porque no tienen ningún alimento para comer, porque los humanos están capturando casi todas las sardinas", dijo.
El misterio no resuelto es por qué los pingüinos Tawaki nadan hasta allí, especialmente cuando en diciembre las aguas costeras de Nueva Zelanda están plagadas de peces y otros alimentos.
Los científicos creen que esto podría ser un instinto heredado de una especie ancestral de pingüinos que vivió más al sur, antes de poblar Nueva Zelanda.
Para responder a esta pregunta, se necesita más investigación, de ser posible con financiamiento internacional.
"Los pingüinos no pertenecen a los neozelandeses ni a los australianos, es la humanidad entera la responsable", dijo Mattern.
El estudio sobre pingüinos fue publicado el miércoles en la revista científica PLOS One: Marathon penguins – Reasons and consequences of long-range dispersal in Fiordland penguins / Tawaki during the pre-moult period