Podría ser una primicia de este comportamiento visto en la naturaleza
Mientras se filmaba el último documental de la BBC sobre historia natural, Dynasties, el equipo se sorprendió al encontrarse con un pingüino emperador que parecía estar incubando prematuramente un huevo, pero la verdad era algo mucho más inusual. La madre que esperaba no estaba cuidando de un huevo, sino más bien de una bola de nieve, metida cómodamente bajo las cálidas plumas del pingüino.
Para el director del episodio, Will Lawson, este extraordinario momento causó un instante de pánico en el equipo.
"Pensamos que ya estaban poniendo huevos, mucho antes de lo previsto. Solo cuando nos acercamos y observamos, vimos la gran revelación: ¡una bola de nieve en lugar de un huevo! El sentimiento principal fue de alivio: después de todo, ¡no estábamos demasiado tarde en el hielo marino!"
"Nos quedamos mirando a la pareja observando con incredulidad su íntima demostración. ¡Estaban actuando de una manera tan paterna sobre esta bola de nieve! Sin embargo, las temperaturas eran tan frías que la bola no parecía estar derritiéndose, incluso contra el calor de la madre, por lo que cuando nos movimos (quizás una hora más tarde), ¡dejamos que la pareja continuase con su rara práctica paternal!
Adoptar una bola de nieve puede parecer algo curioso, a menos que sepa un poco sobre la química de los pingüinos.
Los pingüinos emperador secuestrarán polluelos
El Dr. Iain Staniland, un biólogo de la fauna antártica en el British Antarctic Survey, dice que las hormonas de los pingüinos los impulsan a criar cosas: "Si encontraran un reemplazo artificial de un huevo, su naturaleza meditabunda los motivaría fuertemente a cuidarlo".
Este fenómeno se ha observado antes, pero con pollitos en lugar de bolas de nieve. "Si los polluelos son abandonados, otros pingüinos pelearán por ellos e incluso los secuestrarán. Pero rara vez logran adoptarlos con éxito", dice el Dr. Staniland.
Este tolerante comportamiento es el subproducto de una hormona llamada prolactina. Un estudio de 2006 [PDF] encontró que cuando los científicos reducían los niveles de prolactina en los pingüinos, era menos probable que secuestraran pollos. Por otro lado, los pingüinos con un nivel elevado de prolactina tenían más probabilidades de convertirse en secuestradores.
Los hábitos adoptivos de los pingüinos emperador fueron objeto de un estudio en 1994. Se encontró que el 28.7 por ciento de una colonia de pingüinos adoptó uno o más polluelos durante un período de reproducción. Un poco más de la mitad, el 53 por ciento, se debió a secuestros, y el resto se compuso de pollitos que se encontraban vagando después de ser abandonados. El impacto general en los pollitos se consideró positivo, se alimentó a más de ellos, pero aparte de satisfacer los instintos paternos, no se encontró ningún beneficio para el padre adoptivo.
Lindsay McCrae, directora de fotografía, dice que presenciar el comportamiento fue un gran golpe de suerte. "¿Esperamos verlo?, ¡ciertamente no esperábamos verlo y no vimos que sucediera de nuevo!"