El conocimiento sobre las mejores zonas de alimentación puede transmitirse de generación en generación
Los alcatraces, las aves marinas más grandes del Atlántico Norte, pueden viajar cientos de kilómetros desde sus hogares solo para atrapar comida para sus polluelos. Sin embargo, con alrededor de un millón de kilómetros cuadrados de océano para elegir, siempre ha sido un misterio cómo deciden dónde es mejor buscar peces.
Ahora, una nueva investigación dirigida por la Universidad de Glasgow y publicada hoy en el Journal of Avian Biology, ofrece nuevas ideas sobre por qué estas aves marinas de forma icónica eligen cazar de la manera en que lo hacen.
Los científicos registraron miles de alcatraces (Morus bassanus) que se desplazaban hacia y desde Bass Rock, en la parte exterior del Firth of Forth en el este de Escocia. Bass Rock alberga la colonia de alcatraces del norte más grande del mundo, con un estimado de 75.300 parejas reproductoras que lo llaman hogar.
Descubrieron que viajar como parte de una bandada parecía ser algo más que obtener beneficios aerodinámicos. Los investigadores pudieron demostrar que las aves adultas más experimentadas a menudo se encontraban en la parte delantera de las bandadas de viaje, con las aves más jóvenes detrás. Los resultados agregan peso a la teoría de que los alcatraces aprenden a cazar siguiendo a sus mayores.
El Dr. Ewan Wakefield, del Instituto de Biodiversidad, Salud Animal y Medicina Comparativa de la Universidad de Glasgow, dijo: "Nuestra investigación ofrece una visión más detallada de cómo y por qué los alcatraces buscan alimentos de la manera en que lo hacen. Con una gran extensión de océano para elegir, siempre ha sido un misterio cómo saben dónde es más probable encontrar peces. Al demostrar que los alcatraces jóvenes siguen a los adultos más experimentados, hemos demostrado que el conocimiento sobre las mejores zonas de alimentación puede transmitirse de generación en generación".
El equipo de investigadores observó que los alcatraces viajaban hacia y desde Bass Rock desde una serie de puntos estratégicos: la Isla de Mayo, Fife Ness y St Abbs Head. Luego modelaron con qué frecuencia viajaban los alcatraces en bandadas, el tamaño de esas bandadas y las posiciones de las aves jóvenes y adultas.
Muchas aves viajan en bandadas, incluidos gansos, cisnes y grullas. Las aves hacen esto por varias razones, que incluyen reducir la resistencia aerodinámica y, por lo tanto, ahorrar energía. Además, viajar en grupo puede mejorar la eficiencia de la caza, la precisión de navegación y la evitación de depredadores. Los resultados de esta investigación demuestran que viajar en bandadas también puede facilitar el aprendizaje social.
El Dr. Wakefield dijo: "La capacidad de aprovechar esta sabiduría comunitaria también puede explicar de alguna manera por qué los alcatraces y otras aves marinas se reproducen en colonias tan grandes".
El estudio, "Immature gannets follow adults in commuting flocks providing a potential mechanism for social learning", se publica en el Journal of Avian Biology.