Ballenas varadas en Marbella y cazadas en el Antártico
En el Mediterráneo...
Una ballena de 19 metros y más de tres toneladas de peso muere (martes día 5 de febrero del 2008) en Marbella tras más de seis horas varada en la playa. Se trataba de un ejemplar hembra de rorcual común (balaenoptera physalus), una especie amenazada.
El ejemplar tenía un gran número de heridas en su cuerpo causadas por los impactos con las piedras que se asientan en la zona de rompientes donde yacía.
Miles de personas se acercaron a contemplar uno de los mamíferos marinos vivientes más grandes del planeta (el segundo después de la ballena azul) plasmando en sus cámaras digitales y móviles una instantánea del animal, otros asistían al escenario como si de un espectáculo circense se tratara con pipas incluidas. Sólo un grupo de voluntarios, la mayoría adolescentes extranjeros, no dudaron en remangarse las ropas y dedicarse a arrojar cubos de agua al cetáceo a fin de mantener húmeda su piel. Mientras tres veterinarios que la atendían, dirigidos por el biólogo José Luís Mons, trabajando contra reloj se sentían impotentes en detener su agonía.