Primer caso científicamente documentado de una ballena franca austral cruzando el Atlántico
El rastreador satelital de la ballena franca austral 221423 estuvo en silencio durante cuatro meses antes de que el investigador Matthew Germishuizen finalmente recibiera un ping que indicaba su ubicación.
Al principio pensó que era un error. La última vez que supo de la ballena fue el 14 de diciembre de 2021, en el Océano Atlántico, a unos 3.000 kilómetros de la costa sudafricana. El ping que se produjo el 19 de abril de 2022 reveló que la ballena estaba a otros 4.450 kilómetros de distancia, frente a la costa de Argentina.