Contribuyeron a la capacidad de los delfines mulares para adaptarse a las aguas costeras de todo el mundo
Los genes antiguos que son anteriores a la última Edad de Hielo pueden ser la clave para la supervivencia, al menos si eres un delfín, según una nueva investigación dirigida por la Universidad de St Andrews.
Genes de hasta 2,3 millones de años ayudaron al delfín mular a adaptarse a nuevos hábitats a través de cambios en el comportamiento y pueden ser el secreto de su supervivencia y expansión de rango.
Comprender los procesos que permiten a las especies extender su distribución y adaptarse a las condiciones ambientales en un hábitat recientemente disponible, como los hábitats costeros al final de la última Edad de Hielo, es una cuestión esencial en biología.
Este nuevo estudio internacional en el que participaron la Universidad de Montpellier, la Universidad de Groningen, la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, la Universidad de Copenhague y la Universidad de La Rochelle en colaboración con investigadores de Escocia, Irlanda, Estados Unidos y Suiza abordó este tema en el delfín mular común, muy social y longevo, una especie que se ha adaptado repetidamente de ser una especie de alta mar (pelágica) a la vida en las aguas costeras.
La clave de su capacidad para adaptarse a entornos cambiantes a lo largo de generaciones son los genes asociados con las habilidades cognitivas y los comportamientos alimentarios, lo que indica que la sociabilidad de los delfines mulares les ha ayudado a adaptarse y sobrevivir.
La Dra. Marie Louis, investigadora visitante del grupo de investigación del profesor Oscar Gaggiotti en la Facultad de Biología de la Universidad de St Andrews, dijo: "Los genes antiguos contribuyeron de manera importante a la capacidad de los delfines mulares para adaptarse repetidamente a las aguas costeras de todo el mundo.
Además, varios de los genes involucrados en esta repetida adaptación a los hábitats costeros tienen roles en las habilidades cognitivas y la alimentación, lo que sugiere un rol del comportamiento social para facilitar la capacidad de los delfines mulares para adaptarse a nuevas condiciones.
"Por lo tanto, la conservación de genes antiguos puede ser fundamental para que cualquier especie pueda hacer frente al actual rápido cambio global".
El equipo de investigación volvió a secuenciar y analizar los genomas completos de 57 delfines costeros y pelágicos de tres regiones: el Atlántico norte oriental, el Atlántico norte occidental y el Pacífico norte oriental, para descubrir cómo el delfín mular ha podido adaptarse repetidamente a las aguas costeras.
El equipo descubrió que los ecotipos pelágicos y costeros del Atlántico y el Pacífico han evolucionado de forma independiente, mientras que los del Atlántico están parcialmente relacionados.
Al escanear los genomas en busca de patrones de diversidad y diferenciación genética, el equipo descubrió que algunas regiones del genoma estaban bajo la influencia de la selección en las tres poblaciones costeras geográficamente distantes y, por lo tanto, probablemente participaron en la adaptación a los hábitats costeros.
Aún más sorprendente fue el hecho de que estas regiones genómicas bajo adaptación paralela, y presentes con una frecuencia baja a intermedia en las poblaciones pelágicas, eran muy antiguas.
Esto sugiere que estos genes antiguos se han reempaquetado repetidamente durante la formación de poblaciones costeras, cuando se abrieron nuevos hábitats costeros, por ejemplo, al final de la última Edad de Hielo.
La nueva investigación ha sido publicada en Science Advances: Selection on ancestral genetic variation fuels repeated ecotype formation in bottlenose dolphins