Escuchar a las ballenas podría ayudarnos a protegerlas

ballena franca del Atlántico norte
Escuchar a las ballenas francas del Atlántico norte ha ayudado a los investigadores a determinar los corredores y patrones migratorios que podrían informar los esfuerzos de conservación. Crédito: Universidad de Dalhousie

Las ballenas francas del Atlántico Norte están al borde de la extinción

Las ballenas francas del Atlántico norte (Eubalaena glacialis) han navegado por las aguas de Canadá y la costa este de Estados Unidos durante milenios mientras buscan su fuente de alimento preferida: crustáceos del tamaño de un grano de arroz.

Se sabe que alrededor de un tercio de las 340 ballenas que quedan en el mundo se aventuran en la Bahía de Fundy, la Plataforma de Escocia y, más recientemente, en el Golfo de San Lorenzo después de hacer el largo viaje desde Florida y Georgia, donde tienen sus crías.

Sin embargo, los investigadores que intentan salvar a la especie en peligro crítico continúan lidiando con una persistente y frustrante pregunta sobre dónde están la mayoría de estos animales.

Una nueva investigación de la Universidad de Dalhousie está llenando algunos de esos vacíos con la ayuda de las propias ballenas: los científicos escucharon las distintas llamadas ascendentes de las ballenas mientras rastreaban las aguas canadienses.

Detección de corredores migratorios

Delphine Durette-Morin, quien era estudiante de maestría en Dal mientras realizaba la investigación y ahora es científica asistente en el Instituto Canadiense de Ballenas, desplegó una serie de amarres y planeadores en toda la plataforma continental del Atlántico de 2015 a 2017 para ver si ella y su colegas pudieran recoger vocalizaciones de ballenas francas. Si es así, sus datos les dirían a los científicos dónde están los animales y cuándo, y ayudarían a enfocar las medidas para protegerlos de las colisiones con barcos y los enredos con artes de pesca.

"Esperábamos definir la distribución de la ballena franca en la parte norte de su área de distribución en aguas canadienses, ya que no está bien definida debido a la falta de seguimiento en las aguas del norte", dice Durette-Morin.

"Esto es especialmente importante para los años posteriores a 2015, ya que hubo un cambio de distribución hacia las aguas no protegidas del Golfo de San Lorenzo. También esperábamos identificar los corredores migratorios que usan las ballenas para ingresar al golfo y cualquier hábitat de alto uso no identificado".

Las grabaciones de sonido indicaron que las ballenas no estaban en el mar de Labrador ni en la plataforma de Terranova, aunque su presa preferida estaba en esas áreas. Fueron detectadas en la plataforma escocesa casi todo el año.

Lo que sorprendió a los investigadores es que las ballenas francas estuvieron en el Estrecho de Cabot desde mayo hasta diciembre, lo que sugiere que pueden estar entrando y saliendo del golfo durante toda la temporada en lugar de solo al principio y al final.

distribución de las ballenas francas del Atlántico Norte

Imagen: Las áreas discutidas en este documento, incluidos los hábitats críticos canadienses designados para la ballena franca del Atlántico norte y el área de agregación general en el sur del Golfo de San Lorenzo (sGSL). Datos de batimetría obtenidos de los datos geofísicos nacionales de la NOAA

Otra herramienta para la protección

La información es vital porque las ballenas francas del Atlántico norte están al borde de la extinción y solo quedan varios cientos, la mayoría de las cuales no son hembras reproductoras. Su número ha disminuido constantemente durante las últimas décadas debido en gran parte a las colisiones con barcos y enredos en artes de pesca. También están produciendo menos crías que antes.

Los expertos en vida silvestre y los conservacionistas han trabajado para modificar las rutas de navegación en un intento por desviar las grandes embarcaciones alrededor de los hábitats conocidos de ballenas francas y, más recientemente, los gerentes de la industria naviera han implementado restricciones dinámicas de velocidad en las rutas de navegación.

Los administradores de pesquerías también han cerrado áreas a las actividades pesqueras que se sabe que ponen en peligro a los animales de lento movimiento. Durette-Morin dice que esta nueva información puede servir tanto como una línea de base para medir cambios futuros como una herramienta para las agencias que manejan cosas como la velocidad de los barcos y las actividades de pesca.

"Estos son los únicos datos existentes de una distribución general de ballenas francas en aguas canadienses, específicamente de 2015 a 2017. Este período de tiempo es importante porque la distribución de ballenas francas fue especialmente incierta después de un cambio", dice Durette-Morin.

Los investigadores utilizaron una red de hidrófonos o micrófonos submarinos proporcionados por cuatro organizaciones canadienses. Se recolectaron y analizaron datos de monitoreo acústico pasivo de 67 amarres y 13 planeadores desplegados en toda la plataforma continental del Atlántico canadiense. Las grabaciones se analizaron para determinar la presencia de los característicos cantos ascendentes de las ballenas francas.

El trabajo se publica en la revista Frontiers in Marine Science: The distribution of North Atlantic right whales in Canadian waters from 2015-2017 revealed by passive acoustic monitoring

 

Etiquetas: EscucharBallenaProtección

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