afectar el funcionamiento de los ecosistemas.
Y aunque los investigadores saben que las orcas, también conocidas como ballenas asesinas, son los principales depredadores de los océanos, nuestra comprensión de su dieta, en particular la cantidad de cada especie que consumen, sigue siendo incompleta.
Esto es especialmente cierto para las poblaciones remotas que no se pueden observar durante todo el año.
Pero ahora hay una manera de recrear con precisión las dietas de las orcas usando solo una muestra de su piel y grasa. Anaïs Remili y su equipo de investigación de la Universidad McGill desarrollaron una prometedora técnica que revela las dietas de estos depredadores salvajes en el Océano Atlántico Norte.
Múltiples estrategias de alimentación
Las orcas son inteligentes depredadores que se sabe que adoptan técnicas de caza específicas, que van desde la alimentación en carrusel, pastoreo cooperativo y luego alimentación de arenques, hasta la creación cooperativa de olas que pueden desalojar a las focas de los témpanos de hielo. Como resultado, pueden cazar casi cualquier especie, desde peces hasta lobos marinos y ballenas azules, en todos los océanos del mundo.
Dependiendo de su ubicación e historia evolutiva, diferentes grupos de orcas han desarrollado diferentes ecotipos: dietas y estilos de vida únicos. Los ecotipos más notorios son de las orcas transeuntes y residentes en el Pacífico Norte Oriental.
Estos ecotipos se han estudiado ampliamente durante décadas, ya que las orcas habitan en áreas densamente pobladas, lo que permite a los científicos observar a estos individuos durante todo el año.
Imagen: Un grupo de orcas en Vestmannaeyjar, Islandia, viajando lentamente después de darse un festín con el arenque. Crédito: A. Remili
En estas poblaciones, los científicos encontraron evidencia de "cascadas tróficas", los efectos del consumo de depredadores en el resto de la red alimentaria. Las orcas tuvieron efectos de arriba hacia abajo en la densidad de los bosques de algas marinas; las orcas redujeron en gran medida la población de nutrias marinas, lo que provocó que los erizos de mar, la principal fuente de alimento de las nutrias marinas, proliferaran y diezmaran los bosques de algas marinas.
Misterio en el Atlántico Norte
La comparación de diferentes grupos de orcas en todo el mundo revela que todavía hay mucho que no sabemos sobre ellas. Averiguar qué comen las orcas que viven en remotas partes del Ártico, como en la Bahía de Baffin, Groenlandia y el Ártico noruego, es un desafío. La observación de eventos de alimentación puede ser difícil en las inestables aguas del Océano Ártico.
Los estudios iniciales sugirieron que había dos tipos de orcas en el Atlántico Norte: las que se alimentan de mamíferos marinos y el otro grupo que come pescado y ocasionalmente focas. Sin embargo, la falta de datos, combinada con la evidencia emergente, ha llevado a los científicos a proponer retirar esta clasificación. Parece que hay una gama más diversa de dietas en algunas poblaciones del Atlántico Norte.
Debido al desafío de recopilar datos de observación, los investigadores han centrado sus esfuerzos en las señales químicas que pueden medir dentro de la piel y la grasa de las orcas. Estas señales químicas pueden consistir en lípidos o isótopos estables que nos dicen qué comen las ballenas y cómo impactan en la cadena alimentaria.
"La nueva técnica mide la composición de lípidos en la grasa de la ballena y utiliza un programa informático para recrear la proporción más probable de cada especie de presa en la dieta de un individuo", dice Remili.
Todo lo que se requiere son múltiples "firmas" de lípidos, que representan la proporción de cada ácido graso en la grasa de la ballena, de las orcas y de sus presas potenciales.
Vídeo: Las muestras de grasa de orca revelan información detallada sobre sus fuentes de alimento preferidas.
Estudios de grasa
La investigación de acceso abierto utilizó una técnica llamada análisis cuantitativo de la firma de ácidos grasos para revelar las dietas de casi 200 orcas del Atlántico Norte.
También se midió la composición de lípidos en más de 900 muestras de presas. Los resultados mostraron una variedad de estrategias de alimentación en todo el océano. En la parte occidental del Atlántico norte, las orcas se alimentan principalmente de otras ballenas (como grandes ballenas barbadas, belugas y narvales); las orcas en Groenlandia preferían las focas y en Noruega mostraban preferencia por peces como el arenque.
Usando esta técnica, los científicos pueden estimar ahora el porcentaje exacto de diferentes especies en las dietas de cada ballena. Pero lo que más les sorprendió fue el nivel de variación entre las dietas individuales dentro de cada población.
Imagen: Los hábitos alimenticios de las orcas varían según la región y el individuo
En el Atlántico norte occidental, los individuos se centran en los cetáceos (mamíferos marinos como belugas y narvales) o en las focas. En la mitad del Atlántico norte, las orcas se alimentarían de todas las presas disponibles. Y en su mayor parte, las orcas del este del Atlántico norte parecen seguir una dieta rica en pescado. Varias orcas individuales en Noruega e Islandia complementan los peces con mamíferos marinos.
El estudio es el primero y más grande de su tipo sobre las orcas, y los hallazgos alientan a los científicos a investigar más a fondo las dietas de las orcas a escala individual. Ahora saben que los individuos dentro de las mismas poblaciones pueden tener diferentes dietas.
Esto no solo se traduce en diferentes exposiciones a contaminantes y riesgos para la salud de estos grandes depredadores, sino que también representa diferentes estrategias de alimentación en todo el Océano Ártico.
Este enfoque permite medir los futuros cambios en las dietas de estos depredadores y comprender cómo pueden afectar las redes alimentarias del Ártico. Debido al cambio climático, las orcas se están desplazando cada vez más hacia el Ártico.
Su presencia y un potencial aumento en el consumo de especies del Ártico podrían cambiar la dinámica del ecosistema en el Norte. La investigación adicional que utilice esta técnica en muestras recolectadas durante un período extenso podría permitir a los investigadores detectar cambios en las dietas y el ecosistema de las ballenas.
El estudio se publica en el Journal of Animal Ecology: Quantitative fatty acid signature analysis reveals a high level of dietary specialization in killer whales across the North Atlantic
