La ballena jorobada de 25 toneladas, que estaba encallada desde la tarde del lunes, murió el miércoles
Numerosas personas se sumaron al infructuoso esfuerzo de rescate de los trabajadores
Una ballena de 12 metros de largo y 25 toneladas que llevaba dos días encallada en la playa de Geribá, en Búzios, del estado brasileño de Río de Janeiro, murió en la madrugada de hoy a pesar de los intentos de rescate de bomberos y voluntarios. El mamífero estaba varado desde la tarde del lunes.Trabajadores del departamento ambiental de la localidad se afanaron en liberar a esta ballena jorobada que quedó varada en su costa. Y no estaban sólos, ya que decenas de turistas también se lanzaron al rescate del cetáceo.
Ni las cuerdas ni los empujones han conseguido sacar al animal del banco de arena en el que quedó encallado en esta localidad turística situada a 192 km de Río de Janeiro.
Esperaban la llegada de un remolcador del ejército que pudiera arrastrar al cetáceo a mar abierto cuando subiera la marea. Pero los antecedentes no eran positivos porque, según las autoridades brasileñas, ya han fallecido 90 ballenas en lo que va de año en sus costas. El año pasado hubo 30 casos y, en 2007, considerado un récord hasta entonces, había 43 casos.
Bomberos y turistas han trabajado intensamente para evitar la muerte del animal, empapándolo con agua y trapos mojados para que no se deshidrate, porque casi todo su cuerpo estaba al descubierto.
No se conoce porqué la ballena nadaba tan cerca de la orilla, pero se supone que, tras haber perdido el rumbo durante la migración entre la Antártida y las costas brasileñas, buscaba alimento en aguas poco profundas.
Ahora hace dos meses, tras quedar varada una ballena jorobada en Santa Catarina, se inició una investigación sobre el aumento del número de varamientos. Según el coordinador de investigación de la ballena jorobada, Milton Marcondes, la mayoría de los varamientos que suceden a las ballenas es porque mueren en el mar y son llevadas por las corrientes y las mareas a las playas. En el caso de los varamientos de animales vivos, dijo, se necesita rapidez para hacer el rescate.
La ballena jorobada es un animal muy grande, que llega a medir 16 metros y pesar alrededor de 40 toneladas. Debe echar una carrera contra el tiempo y algunos de los factores que causan complicaciones para el animal varado. Al ser tan grande, la ballena es difícil de mover, y sigue sufriendo con las altas temperaturas, pueden deshidratarse y morir.
Otro problema es el exceso de peso, lo que hace que los órganos sean comprimidos, afectando a los sistemas circulatorio y respiratorio.
Para Marcondes, el aumento de la población de ballenas jorobadas, alrededor de un 7% a un 10% al año, puede explicar la oleada de varamientos. Pero no descartó otros factores, tales como las lesiones por las redes, las enfermedades, la desnutrición o el cambio climático.
Más secuencias del laborioso intento de rescate de la gran ballena: