Interesantes paralelismos entre las sociedades humanas y los clanes de cachalotes
En los anales de la historia natural, a menudo pasan desapercibidos los paralelos entre las sociedades humanas y las de otras especies. Sin embargo, recientes revelaciones de nuestro océano han mostrado interesantes paralelismos entre las sociedades humanas y los clanes de cachalotes (Physeter macrocephalus).
Pero, ¿Qué tiene que ver la historia de la humanidad con los majestuosos cachalotes? Resulta que bastante.
"Los hechos sobre los cachalotes rivalizan en cierto modo con las capacidades y comportamientos extremos que hasta hace poco pensábamos que eran exclusivamente humanos", dijo en un comunicado de prensa el profesor Hal Whitehead de la Universidad de Dalhousie, Canadá.
""El cachalote, por ejemplo, tiene la mayor división geográfica entre sexos: Las hembras viven en aguas tropicales y subtropicales de todo el mundo, mientras que los machos maduros, que alcanzan tres veces la masa de las hembras, se encuentran principalmente en o cerca del Ártico o la Antártida. […] Las hembras y los machos jóvenes cuidan a las crías mientras las madres realizan inmersiones de 40 minutos a profundidades de hasta un kilómetro para capturar los calamares de aguas profundas, que son su alimento básico. Las hembras también amamantan a sus crías unas a otras y las familias se defienden comunitariamente contra los depredadores".
Entre los depredadores más grandes de la Tierra, los cachalotes se caracterizan por sus enormes cabezas y sus distintivas aletas de forma cuadrada. Los cachalotes desempeñan un papel crucial en los ecosistemas marinos y se han enfrentado a siglos de explotación debido a su valioso aceite de espermaceti y carne, lo que ha provocado una significativa disminución de sus poblaciones.
Con el cese de la caza de ballenas, los investigadores han centrado su atención en comprender la dinámica social de estas enigmáticas criaturas. Con cerebros más grandes que los de cualquier otro animal, los cachalotes exhiben una inteligencia y comportamientos sociales notables y viven en unidades matrilineales dirigidas por hembras mayores.
Estos habitantes de las profundidades marinas forman intrincados clanes, centrados en unas diez hembras y su descendencia. Juntos, navegan por las profundidades del océano, forjando vínculos que reflejan los lazos comunitarios de las comunidades humanas. Los investigadores observaron fascinantes muestras de cohesión social, cuando las hembras y los jóvenes formaron alianzas muy unidas, protegiéndose mutuamente de los depredadores del océano.
Imagen derecha: Hal Whitehead (Imagen Jennifer Modigliani.)
Whitehead y otros científicos estaban estudiando las vocalizaciones de los cachalotes frente a las Islas Galápagos, cuando descubrieron un patrón convincente. Las codas, organizadas en dos clados distintos, apodados "Regular" y "Plus-one", marcaban divisiones sociales. Sorprendentemente, las unidades sociales sólo formaban grupos con otras unidades de su propio clan, lo que indica una distinción cultural que se hacía eco de los grupos etnolingüísticos humanos. De hecho, ¡encontraron dialectos transmitidos de generación en generación!
En el Océano Pacífico, los investigadores identificaron siete clanes distintos, cada uno con sus propias características y distribución únicas. El clan "Short" exhibe un notable cosmopolitismo, abarcando vastas distancias a través del Pacífico, desde Japón hasta Chile, cubriendo la asombrosa cantidad de 10.000 kilómetros. Esta amplia distribución implica un nivel de conectividad y adaptabilidad que les permite prosperar en diversos ambientes oceánicos. El clan "Plus-one" demuestra una existencia más localizada, con su presencia confinada a regiones específicas, como las Islas Galápagos y el Ecuador continental.
Las ballenas utilizan marcadores simbólicos que van más allá de la mera comunicación; reflejan un nivel de sofisticación cultural no visto previamente en especies no humanas. Al igual que las sociedades humanas, sus clanes utilizan variaciones dialectales y expresiones culturales para delinear sus identidades y forjar vínculos dentro de sus grupos sociales. A través de sutiles matices en sus vocalizaciones y patrones de comportamiento, el uso de estos marcadores simbólicos entre los clanes de cachalotes subraya la profundidad de su organización social y la riqueza de su herencia colectiva.
Sin embargo, a pesar de los numerosos descubrimientos, abundan los misterios. El surgimiento de nuevos clanes, como el 'EC3', plantea interrogantes sobre el intercambio cultural dentro de las comunidades de cachalotes.
El clan EC3, que se encuentra esporádicamente en las aguas de Martinica y Santa Lucía, en el Caribe, encarna una singular anomalía en el marco de la sociedad de los cachalotes. Su repertorio vocal, caracterizado por codas que contienen de 9 a 11 clics espaciados regularmente, lo distingue de los dialectos establecidos de otros clanes, insinuando una herencia cultural y una identidad social divergentes. ¿Es el clan EC3 una entidad distinta, con su propio linaje y tradiciones únicos, o representa una anomalía vocal dentro del marco de los clanes establecidos?
"Los paralelismos entre estas dos especies no relacionadas que viven en ambientes bastante diferentes sugieren impulsores ambientales comunes para estructuras sociales a gran escala", dice Whitehead.
Los animales marinos, en particular los cetáceos como las orcas y los delfines, así como ciertas especies de peces, exhiben comportamientos culturales similares a los observados en humanos y cachalotes. Las orcas, por ejemplo, son conocidas por sus distintas estrategias de caza, vocalizaciones y preferencias dietéticas que varían entre diferentes poblaciones o ecotipos.
De manera similar, los delfines muestran variaciones en vocalizaciones, comportamientos alimentarios y estructuras sociales en diferentes regiones, lo que indica la presencia de diferencias culturales entre las poblaciones. Y no se puede mencionar el “lenguaje” marino sin tener en cuenta los elaborados cantos de las ballenas jorobadas y cómo evolucionan con el tiempo y varían entre poblaciones, lo que sugiere comportamientos aprendidos transmitidos a través del aprendizaje social.
Incluso entre las especies de peces, se ha documentado evidencia de comportamientos culturales como la fidelidad al sitio y la selección aprendida de hábitat, desafiando las nociones tradicionales de "cultura" como un fenómeno exclusivamente humano. Estas observaciones subrayan la complejidad de los comportamientos sociales y la presencia de tradiciones culturales entre diversas especies marinas.
"Parece extremadamente improbable que los clanes de cachalotes tengan más que una pequeña fracción de la riqueza y complejidad que distinguen a los grupos humanos", dice Whitehead. "Pero hay algunas similitudes a gran escala que tienen pocos paralelos en otros lugares".
Al final, la historia de los clanes de cachalotes es más que una mera investigación científica: es un testimonio del duradero poder de la cultura, que une a todas las criaturas de nuestro planeta.
Hal Whitehead ha publicado recientemente en Royal Society Open Science una revisión sobre los clanes de cachalotes y las sociedades humanas: Sperm whale clans and human societies