Los cetáceos pueden comunicarse visualmente, así como mediante silbidos, chillidos y clics
Las belugas pueden ser conocidas como los "canarios de los mares" por su ruidosa naturaleza, pero esa no es la única forma en que se comunican estos cetáceos.
Según un reciente estudio, también cambian la forma de sus cabezas en lo que los científicos creen que podría ser una forma de comunicación visual única entre las ballenas dentadas.
La comunicación se presenta en todas las formas en el mundo natural. Los elefantes africanos pueden usar nombres, mientras que los murciélagos prefieren gruñidos guturales, pero no toda la comunicación es vocal. Las belugas (Delphinapterus leucas), por ejemplo, pueden expresarse utilizando sus blandas frentes, conocidas como melonesblandas frentes, conocidas como melones.
Los melones están formados por tejido graso y se encuentran en todas las ballenas dentadas. Ayudan a modular las vocalizaciones de los animales, actuando esencialmente como una lente para una mejor comunicación y ecolocalización. Pero también pueden tener un propósito visual.
"Las ballenas beluga se consideran únicas entre [las ballenas dentadas] por su capacidad de alterar visiblemente la apariencia de su cabeza cambiando la forma del melón", escriben los autores del nuevo estudio, Justin Richard, Isabelle Pellegrini y Rachael Levine de la Universidad de Rode Island. Sin embargo, hasta ahora, sólo existía evidencia anecdótica para explicar la potencial función de estas formas.
Para investigar más a fondo, el equipo observó belugas en cautiverio en el Mystic Aquarium en Connecticut, e identificó un total de 2.570 formas de melón a partir de vídeos de cuatro ballenas. Luego, estas formas podrían reducirse a cinco tipos diferentes: planas, levantadas, presionadas, empujadas y sacudidas. Observaciones adicionales en una segunda población de acuario de 51 ballenas respaldaron este hallazgo.
Los melones planos, como era de esperar, se aplanan en la parte delantera, eliminando la forma redondeada normal. Mientras tanto, los melones levantados se levantan y parecen más altos. Cuando se presiona el melón, queda aplastado a lo largo de la parte superior del cráneo, dándole una forma más cuadrada. En comparación, un melón empujado se empuja hacia adelante, parece más bulboso y, finalmente, durante un sacudido, se tambalea hacia arriba y hacia abajo.
Los investigadores también encontraron que las formas del melón aparecían 34 veces más frecuentemente durante las interacciones sociales que fuera de ellas. "Las formas de melón que se produjeron durante las interacciones sociales se realizaron dentro de la línea de visión del receptor el 93,6 por ciento de las veces", añaden.
Los machos cambiaron la forma de sus melones con más de tres veces más frecuencia que las hembras, y las formas variaron según el contexto de comportamiento. El cortejo, por ejemplo, se asoció con tasas de formas de melón más altas de lo esperado, particularmente sacudido. Mientras que las interacciones con la boca abierta y con la boca, incluidos morder y rastrillar, tenían más probabilidades de implicar empujones.
Imagen: Una beluga entrenada que demuestra la capacidad de cambiar voluntariamente la forma del melón desde la posición relajada (a), extendida rostralmente (b) y retraída posteriormente (c). Crédito: Cognición animal (2024). DOI: 10.1007/s10071-024-01843-z
No está del todo claro si estas extrañas formas son intencionales y, si lo son, qué puede significar cada una, pero el equipo cree que existe la posibilidad de que las belugas las estén usando para comunicarse entre sí.
"Las formas de los melones parecen funcionar como presentaciones visuales, con algunas características de comunicación intencional", escriben. "Esta capacidad podría generar beneficios adaptativos para las belugas, dada su compleja estructura social y su supuesto sistema de apareamiento que enfatiza la elección de pareja femenina antes de la cópula".
Sin embargo, también destacan algunas limitaciones en su estudio. Es decir, el pequeño tamaño de la muestra y los limitados contextos sociales y de comportamiento observados.
No obstante, los hallazgos resaltan cuánto nos queda por aprender aún sobre la comunicación en las belugas y abren vías interesantes para futuras investigaciones.
El estudio se publica en Animal Cognition: Belugas (Delphinapterus leucas) create facial displays during social interactions by changing the shape of their melons