Las ballenas sufren ahora más quemaduras por el Sol

ampollas en la piel de una ballena azul

Crecen alarmantemente las quemaduras en la piel de las ballenas azules en sólo tres años

La radiación UV se prevé que aumente un 4% en los trópicos y hasta un 20% en los polos durante las próximas décadas

turistas fotografían una ballena Las ballenas están mostrando signos de daño solar agudo que los investigadores creen que se debe al aumento de los niveles de radiación ultravioleta debido al agujero de la capa de ozono.

La investigación realizada por investigadores británicos y mexicanos y publicada el miércoles pasado en Proceedings of the Royal Society B sugiere que el agotamiento continuo de la capa de ozono podría poner a las ballenas en riesgo de desarrollar cáncer de piel.

[[Imagen a la derecha: Los grandes mamíferos marinos no son capaces de protegerse del sol, como hacen los turistas. ¿Habrá que conseguirles crema solar? ]]

Investigadores de la Universidad de Londres, el Instituto Politécnico Nacional, y la Universidad Autónoma de Querétaro, han fotografiado y tomado biopsias de piel de más de 150 ballenas azules y cachalotes, que están en la lista World Heritage (Patrimonio Mundial) del Golfo de California.

La vida en alta mar de una ballena tiene como consecuencia una casi constante exposición al sol. A pesar de que bucean algo en busca de comida, gran parte del tiempo de socialización, alimentación y cría se pasa muy cerca de la superficie, donde el agua clara proporciona escasa protección a las quemaduras de la radiación UV.

Durante millones de años las ballenas han desarrollado mecanismos de reparación de la piel para hacer frente a las quemaduras solares, pero la nueva investigación sugiere que el aumento de la radiación UV, que entra en los trópicos donde viven las ballenas, podría deteriorar sus defensas naturales.

cachalote al sol

Rápido aumento de ampollas y lesiones

Los investigadores dicen que las fotos de la piel y las biopsias muestran "amplia evidencia de daño epidérmico comúnmente asociado con la quemadura solar aguda y grave".

Más de la mitad de las ballenas observadas tenían células quemadas en su piel (estas son las células que se forman cuando el ADN es dañado por la radiación UV).

Pero lo más alarmante, es cuando los investigadores hicieron el seguimiento en el tiempo de la formación de ampollas por el sol en la piel de las ballenas azules. Se encontraron con que el número de ampollas había aumentado considerablemente en tan sólo tres años.

Ellos sugieren que el aumento de los niveles de rayos UV como resultado del agotamiento del ozono es el culpable de los daños observados en la piel, de la misma manera que las tasas de cáncer de la piel humana han ido en aumento en las últimas décadas. El Consejo del Cáncer de Australia dice que la tasa de cáncer de piel en las mujeres aumentó del 6,8% en la década comprendida entre 1993-2003 y para los hombres, aumentó un 18,7%.

ampollas de ballena azul

La radiación UV se prevé que aumente un 4% en los trópicos y hasta un 20% en los polos durante las próximas décadas, los investigadores dicen que el adelgazamiento de la capa de ozono constituye una "amenaza significativa y creciente para los cetáceos".

Dado que el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida fue descubierto en la década de 1970, los niveles de ozono se han reducido hasta en un 70% en las peores temporadas. Aunque los CFC que dañan la capa de ozono fueron prohibidos en 1987, los niveles de ozono no se espera que se recuperen hasta dentro de 40-50 años.

El Dr. Nick Gales, que es director del Centro Australiano de Mamíferos en la División Antártica Australiana dice que los investigadores australianos de ballenas han visto también niveles más altos de ampollas y lesiones en las ballenas en los últimos años.

Las ampollas suelen tener alrededor de 10 cm de ancho, y se producen en la espalda y los costados de las ballenas, donde la piel está más expuesta al sol.

ballena varada al sol El Dr. Gales dijo también que se han visto ampollas en delfines y son particularmente comunes en las ballenas azules pigmeas que se encuentran frente a las costas del sur de Victoria y la isla de Rottnest en el oeste de Australia.

"Sería útil ver a largo plazo los catálogos de identificación fotográfica [tomados por los investigadores de ballenas en el pasado] de una manera más aleatoria y estratificada, para buscar evidencia de este aumento de lesiones de la piel, y también  aprovechar los varamientos para analizar su histología.

"El aumento en la radiación UV, puede conducir a que se incrementen algunos tipos de cánceres que amenazan la vida de las ballenas. Es algo que tenemos que examinar más cuidadosamente".

Enlaces recomendados:  University of London
Instituto Politecnico Nacional    Universidad Autonoma de Queretaro   (estos dos últimos de México)
Proceedings of the Royal Society B

Etiquetas: BallenaQuemaduraRayosSol

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