Dañaron gravemente el timón del barco cerca de Guilvinec en la región francesa de Bretaña
Las orcas embistieron un velero frente a la costa de Bretaña, a 1.300 kilómetros (800 millas) al norte del Estrecho de Gibraltar, donde se han producido la mayoría de los ataques de orcas a barcos.
El incidente ocurrió el 16 de julio frente a la costa de Guilvinec, una comuna a 65 kilómetros (40 millas) al sureste de Brest, en el noroeste de Francia. La pareja a bordo perdió el control de su embarcación, un barco de recreo de madera de 12 metros (40 pies) de largo, después de que dos orcas juveniles (Orcinus orca) rompieran el timón, informó el periódico local Le Télégramme.
La pareja alertó a los guardacostas locales, quienes remolcaron el velero hasta el puerto de Guilvinec.
Imagen: Amarrado junto al Men Meur, el Pieterjan regresó al puerto de Guilvinec el martes 16 de julio, ante la mirada atónita de los visitantes de la ciudad pesquera.
El incidente es una de las casi 700 interacciones físicas entre orcas y barcos registradas desde julio de 2020 a lo largo de las costas atlántica y mediterránea de Europa y el norte de África. Aproximadamente la mitad de esas interacciones causaron daños leves a graves a los barcos, según un informe publicado a principios de este año en la revista Ingeniería Civil.
Las orcas casi siempre apuntan al timón, que han aprendido a romper con despiadada eficiencia.
Las investigaciones y observaciones han vinculado estas interacciones con una población de unas 35 orcas ibéricas. Se cree que un total de 16 animales de esta población (cuatro adultos y 12 jóvenes) interactúan regularmente con los barcos, pero aún no está clara su motivación.
Una hipótesis es que estas orcas son "adolescentes" aburridos que buscan diversión. Pero algunos científicos sostienen que interactuar con barcos es un comportamiento extraño que surgió en respuesta a un evento traumático.
"Pensamos que existen argumentos que indican que un incidente provocado por una colisión, en el que estuvo involucrado un velero, es factible como causa de un trauma psicológico que provoca una respuesta por parte de un animal salvaje con altas capacidades cognitivas, como la orca", escribieron los investigadores en el reciente informe.
El mismo equipo sugirió anteriormente que una orca hembra llamada White Gladis sufrió un "momento crítico de agonía" y que, como resultado, comenzó a embestir barcos. "Si esta hipótesis fuera cierta, el resto de orcas juveniles repetirían el comportamiento por imitación", escribieron en el informe.
No está claro qué población de orcas estuvo detrás del reciente ataque frente a la costa de Francia. Las orcas ibéricas siguen en el verano a su presa favorita, el atún rojo del Atlántico (Thunnus thynnus), hacia el norte desde el Estrecho de Gibraltar hasta el Golfo de Vizcaya, lo que significa que pueden haber estado cazando en la costa de Bretaña.
Pero una población diferente también habita en aguas frente al oeste de Escocia y el noroeste de Irlanda, donde el año pasado se informó de un caso de una orca atacando un barco. Un experto dijo en ese momento que el comportamiento de embestida de barcos podría haber "saltado" de una población a otra.