Un biólogo destaca una de las interacciones más singulares de la naturaleza
Cuando pensamos en las orcas (Orcinus orca), las imaginamos cazando focas, pingüinos o incluso otras grandes ballenas. Los alces (Alces alces), la especie más grande de la familia de los cérvidos, evocan imágenes de densos bosques, pantanos y lagos de agua dulce.
Resulta que, en determinadas zonas y en circunstancias muy específicas, los hábitats de estas dos especies prácticamente pueden superponerse. En estas circunstancias, se sabe que las orcas cazan y se alimentan de alces.
Esta inusual dinámica depredador-presa no es ampliamente conocida, lo cual es una pena ya que demuestra la versatilidad de ambas especies y sus entornos.
Las orcas se encuentran entre los depredadores acuáticos más inteligentes y versátiles, y todavía estamos aprendiendo sobre estos depredadores ápice. Por ejemplo, quizá te sorprenda saber que las orcas que se encuentran en el Pacífico Norte podrían pronto ser reclasificadas en dos especies distintas.
Imagen: Pareja de orcas
Entre las criaturas más grandes del mar profundo, estos cetáceos pueden pesar hasta 5.500 kilos y son los llamados "lobos del mar", exhibiendo diversas y adaptables estrategias de caza y cazando en grupos altamente coordinados conocidos como manadas.
Un ejemplo de ello es el caso de las orcas en el Atlántico, que se han observado trabajando juntas para crear olas que desalojan a las focas de los témpanos de hielo. Sus homólogas en los mares de Noruega han sido filmadas de manera similar, cooperando para reunir bancos de peces en bolas compactas antes de lanzarse a matarlos.
Por otro lado, los alces se encuentran con mayor frecuencia en Canadá. Además de ser el segundo mamífero terrestre más grande de América del Norte (los más grandes son los bisontes americanos), los alces se llevan la corona por ser los más altos. Un alce adulto puede tener una altura de hombro de 2 metros y pesar hasta 700 kilos.
Imagen: Los alces son excelentes nadadores
Los alces son animales en su mayoría solitarios que sobreviven consumiendo distintos tipos de plantas y frutas, y su dieta se compone principalmente de vegetación terrestre, como hierbas y otros elementos que no son pastos.
La dieta del alce es una pieza del rompecabezas que explica cómo terminan en el vientre de las orcas
Los alces, por lo general, no reciben suficiente sodio de su dieta terrestre. En busca de plantas acuáticas como lirios y algas que contienen nutrientes esenciales (sobre todo en los meses de verano, cuando reponen sus reservas agotadas después del invierno), los alces se aventuran al agua.
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Los hábitats de las orcas se encuentran en las aguas costeras del noroeste del Pacífico, donde los alces nadan en busca de alimento cuando hace calor. Durante estas travesías, a veces se aventuran a aguas más profundas, donde las orcas los ven como presas oportunistas.
Un incidente documentado ocurrió en 1992 en Alaska, cuando una hambrienta manada de cuatro orcas de Biggs atacó a una pareja de alces que nadaban y se dieron un festín con el más grande de los dos. El más pequeño escapó del frenesí alimentario, pero resultó tan gravemente herido que no pudo seguir nadando y se ahogó poco después.
Si bien estos grandes herbívoros están claramente adaptados a la vida en la tierra, son increíblemente hábiles y elegantes nadadores, capaces de nadar varios kilómetros seguidos. Sus largas patas, que son tan efectivas para transitar por densos bosques, son igualmente adecuadas para impulsarlos a través del agua.
"Es una habilidad que los ha hecho muy bien adaptados para evitar a otros depredadores terrestres como lobos y osos, pero que ocasionalmente los hace vulnerables a un depredador tan hábil y poderoso como la orca, que generalmente caza peces, aves marinas y otros grandes animales marinos (incluidos los grandes tiburones blancos), pero también explota presas costeras como los alces en escenarios en los que necesita ajustar su dieta según la disponibilidad", dice Scott Travers, biólogo evolutivo estadounidense, con sede en la Universidad Rutgers.
Otra pieza del rompecabezas se encuentra en la topografía submarina
En las aguas costeras de Columbia Británica y Alaska, los fiordos y las ensenadas profundas llegan hasta la orilla. Por eso, cuando los alces nadan entre islas o a lo largo de la costa, se adentran sin darse cuenta en el territorio de las orcas. En aguas tan profundas, sus habilidades para nadar no son comparables con las de las manadas de orcas, que son dueñas de este entorno.
Las orcas pueden alcanzar longitudes de hasta 9 metros, pesar más de 5,5 toneladas y alcanzar hasta 60 km/h. Utilizan su velocidad en estos estrechos y profundos canales de los fiordos y profundas ensenadas para cerrar rápidamente la brecha entre ellos y el alce y atacar antes de que tenga la oportunidad de regresar a la seguridad de la orilla.
Si bien esta depredación no es una parte natural de la dieta de las orcas, estos inteligentes mamíferos no dudarán en cazar otras presas cuando las circunstancias lo permitan. Para ellas, el alce es simplemente otra fuente de proteínas, al igual que las focas y los leones marinos, y la oportunidad de disfrutar de una comida tan abundante y nutritiva es difícil de dejar pasar.