Escuchar a escondidas los cantos de las ballenas provoca nuevos descubrimientos en ecología
Escuchar a escondidas los cantos de las ballenas barbadas en el Océano Pacífico revela variaciones de un año a otro que siguen los cambios en la disponibilidad de las especies de las que se alimentan, informa un nuevo estudio dirigido por John Ryan, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI).
En los vastos océanos, el seguimiento de las poblaciones de grandes animales marinos puede ser un gran desafío para los ecologistas. Los científicos utilizan micrófonos submarinos llamados hidrófonos para estudiar y rastrear a las ballenas barbadas, que se comunican a grandes distancias mediante el sonido.
En el nuevo artículo, los investigadores monitorearon durante seis años los cantos de las ballenas azules, de aleta y jorobadas en la costa oeste de los Estados Unidos, para ver qué podían revelar los datos de los cantos sobre la salud de su ecosistema.
Los investigadores observaron grandes variaciones de un año a otro en la detección del canto de las ballenas. La cantidad de cantos de ballenas jorobadas aumentó continuamente: sus cantos se detectaron el 34 % de los días al comienzo del estudio y el 76 % de los días después de seis años.
Imagen derecha: La cantidad de cantos de ballenas jorobadas (rojo) aumentó continuamente durante los seis años que los investigadores estudiaron las vocalizaciones de las ballenas. En contraste, las detecciones de cantos de ballenas azules (azul) disminuyeron durante dos años consecutivos antes de volver a aumentar. Imagen: John Ryan/2025 MBARI
Estos aumentos siguieron de manera consistente las mejores condiciones de alimentación de las ballenas jorobadas en todos los años de estudio, grandes aumentos en la abundancia de krill, seguidos de grandes aumentos en la abundancia de anchoas. En contraste, el canto de la ballena azul y de aleta aumentó principalmente durante los años de aumento de la abundancia de krill.
Esta distinción de las ballenas jorobadas es coherente con su capacidad de cambiar de presa dominante. Un análisis de muestras de biopsia de piel confirmó que se habían producido cambios en la dieta de las ballenas.
Otros factores, incluida la abundancia local de ballenas, pueden haber contribuido a los patrones en las detecciones de cantos observados en algunos años, pero los cambios en las condiciones de alimentación fueron el factor más consistente.
En general, el estudio indica que los cambios estacionales y anuales en la cantidad de cantos de ballenas barbadas detectados pueden reflejar cambios en la red alimentaria local. Los resultados sugieren que comprender la relación entre la detección del canto de las ballenas y la disponibilidad de alimentos puede ayudar a los investigadores a interpretar futuros datos de hidrófonos, tanto para la investigación científica como para los esfuerzos de gestión de las ballenas.
Imagen: El equipo de investigación examinó la abundancia de krill y peces en cardúmenes en la costa central de California, incluidas las anchoas y las sardinas, que son fundamentales para la dieta de las ballenas. Imagen: John Ryan/2025 MBARI
"Sorprendentemente, el comportamiento acústico de las ballenas barbadas proporciona información sobre qué especies pueden adaptarse mejor a las condiciones cambiantes del océano. Nuestros hallazgos pueden ayudar a los administradores de recursos y a los responsables de las políticas a proteger mejor a las ballenas en peligro de extinción", dijo John Ryan, oceanógrafo biológico del MBARI y autor principal de este estudio.
El MBARI pone a disposición de investigadores y científicos comunitarios de todo el mundo su gran cantidad de datos acústicos a través del proyecto Grabaciones de Sonidos del Océano Pacífico. Sumérgete también en una sinfonía de cantos de ballenas jorobadas en el canal de YouTube del MBARI.
El estudio se ha publicado en la revista PLOS One: Audible changes in marine trophic ecology: Baleen whale song tracks foraging conditions in the eastern North Pacific