Las orcas esperaron a ver qué sucedía después de hacer la ofrenda
Como un orgulloso gato que deja un pájaro en la puerta de su dueño, las orcas (también llamadas ballenas asesinas, Orcinus orca) a veces pueden ofrecerse a compartir sus presas con los humanos, según una nueva investigación.
En el estudio, investigadores de Canadá, Nueva Zelanda y México informaron sobre 34 interacciones a lo largo de dos décadas en las que orcas en libertad intentaron ofrecer alimento a humanos. Los incidentes ocurrieron en océanos de todo el mundo, desde California hasta Nueva Zelanda, Noruega y la Patagonia.
"Las orcas suelen compartir comida entre sí; es una actividad prosocial y una forma de forjar relaciones", afirmó el autor principal del estudio, Jared Towers, de Bay Cetology en Columbia Británica, Canadá. "El hecho de que también compartan comida con los humanos podría indicar su interés en relacionarse con nosotros".
Towers y sus colegas, Ingrid Visser, del Orca Research Trust en Nueva Zelanda, y Vanessa Prigollini, de la Asociación de Educación Marina en La Paz, México, recopilaron y analizaron información sobre 34 incidentes de intercambio de alimentos que ellos y otros habían experimentado. En 11 de las ocasiones, las personas se encontraban en el agua cuando las orcas se acercaron. En 21 casos, estaban en embarcaciones y en dos, en la orilla. Algunas fueron grabadas en vídeo y fotos; otras fueron descritas en entrevistas con los investigadores.
Imagen: Imágenes de algunos intentos de aprovisionamiento. (A) Una orca juvenil NZ155 (Fossey) ofrece un trozo de hígado de raya águila a Ingrid N. Visser bajo el agua en el Pacífico Sur Occidental. Captura de pantalla: Steve Hathaway. (B) Una orca ofrece una raya mobula entera a Leonardo González en un barco en el Pacífico Tropical Oriental. Foto: Lucía Corral. (C) Orca juvenil solitaria T046C2 (Sam) a punto de recuperar una foca común entera tras ofrecérsela a Jared R. Towers y sus colegas en un barco en el Pacífico Norte Oriental. Foto: Jared R. Towers. (D) Una orca hembra adulta NZ51 (Dian) recupera la mayor parte de una raya águila tras ofrecérsela a Brian Skerry bajo el agua en el Pacífico Sur Occidental. Foto: Brian Skerry. Crédito: Journal of Comparative Psychology (2025). DOI: 10.1037/com0000422
Para ser incluidos en el análisis, los incidentes tuvieron que cumplir criterios estrictos: en cada caso, las ballenas tuvieron que haberse acercado a las personas por sí solas (las personas no pudieron haberse acercado demasiado a las ballenas) y haber dejado caer el objeto frente a ellas. En todos los casos, menos uno, las orcas esperaron a ver qué sucedía después de hacer la ofrenda, y en siete casos intentaron más de una vez ofrecer la comida, después de que la gente la rechazara inicialmente.
Los animales domésticos, como perros y gatos, a veces ofrecen comida a los humanos, pero esta investigación marca una de las primeras descripciones detalladas de un comportamiento similar en animales no domesticados.
Según los investigadores, esto tiene sentido porque las orcas son animales inteligentes y sociales que comparten alimento para forjar relaciones con sus parientes y con individuos no emparentados. Además, suelen cazar presas mucho más grandes que ellas, por lo que a veces les sobra alimento.
"Ofrecer objetos a los humanos podría ofrecer simultáneamente oportunidades para que las orcas practiquen comportamientos culturales aprendidos, exploren o jueguen, y al hacerlo aprendan sobre nosotros, nos manipulen o desarrollen relaciones con nosotros", escribieron los investigadores. "Dadas las avanzadas capacidades cognitivas y la naturaleza social y cooperativa de esta especie, asumimos que cualquiera o todas estas explicaciones y resultados de dicho comportamiento son posibles".
La investigación ha sido publicada en el Journal of Comparative Psychology: Testing the Waters: Attempts by Wild Killer Whales (Orcinus orca) to Provision People (Homo sapiens)












