La curvatura de la Tierra y el comportamiento de buceo extienden significativamente la distancia total recorrida
Las ballenas están nadando más lejos de lo que se había estimado anteriormente (hasta un 20 % más), según un nuevo estudio.
El estudio, coautorado por el Dr. Olaf Meynecke de la Universidad Griffith, revela que los métodos tradicionales para calcular el movimiento de los animales pueden estar subestimando drásticamente la distancia real recorrida, en particular para especies marinas como las ballenas.
"Durante años, hemos rastreado a las ballenas mediante dispositivos satelitales, rastreando sus movimientos a través de los océanos", dijo el Dr. Meynecke. "Pero esta investigación demuestra que solo hemos estado observando una parte del panorama".
El estudio, dirigido por un equipo multidisciplinario de investigadores globales de la Universidad de Connecticut, el Instituto Smithsonian y la Universidad Pontificia del Ecuador, subraya la noción de que el movimiento animal no se limita a mapas planos.
Los animales marinos, como las ballenas, se mueven en tres dimensiones: a lo largo de la superficie y hacia arriba y hacia abajo a través de la columna de agua.
Al integrar la geodesia (la ciencia de la forma de la Tierra) con datos de seguimiento de animales, los investigadores revelaron que la curvatura de la Tierra y el comportamiento de buceo extienden significativamente la distancia total recorrida.
Imagen: La superficie cartográfica transversal de Mercator (TM) es un cilindro transversal, que se muestra aquí con el meridiano de Greenwich como meridiano central de la proyección cartográfica. Observa cómo la superficie cartográfica se encuentra dentro del elipsoide WGS84, entre los estándares, y por encima del elipsoide, fuera de ellos. Las curvas donde el cilindro interseca el elipsoide se denominan estándares. Ecology (2025). DOI: 10.1002/ecy.70167
Utilizando datos satelitales del recorrido continuo más largo de ballenas jorobadas del Programa Ballenas y Clima desde Ecuador hasta cerca de la Antártida, el equipo comparó dos métodos de medición de distancia: un recorrido de superficie estándar de aproximadamente 6.658 kilómetros y una estimación geodésica 3D revisada que tuvo en cuenta las profundidades y la velocidad promedio de inmersión.
El resultado fue un recorrido adicional de 1.055 kilómetros, o aproximadamente un 16 % más de distancia.
"Para las ballenas jorobadas que migran entre las zonas de reproducción de Sudamérica y las zonas de alimentación de la Antártida, esto podría significar recorrer hasta 14.000 kilómetros en una sola temporada migratoria", explicó el Dr. Meynecke.
"Eso es siete veces más de lo que un ser humano promedio recorre en un año".
"Estos hallazgos son más que fascinantes; tienen implicaciones reales para nuestra comprensión de las demandas energéticas y las presiones ecológicas sobre las especies migratorias".
"Si los animales gastan más energía de lo estimado previamente, podríamos estar subestimando los costos ecológicos de la migración y los impactos del cambio ambiental".
El estudio titulado "Accounting for Earth's curvature and elevation in animal movement modeling", se ha publicado en Ecology












